El mediocampista Christian Eriksen tuvo este viernes una jornada de buenas noticias, ya que luego de la operación exitosa para colocarle un desfibrilador automático en el corazón, recibió el alta hospitalaria y fue a visitar a sus compañeros de la Selección de Dinamarca, que disputan la Eurocopa.

Fue la Federación danesa, a través de un comunicado de prensa en sus redes sociales oficiales, la que informó un "mensaje" de Eriksen para el mundo del fútbol, que se consternó cuando el sábado pasado sufrió un colapso cardíaco en pleno campo de juego.

Luego de eso vinieron días de zozobra para que los médicos determinen lo que le ocurrió al mediocampista a los 41 minutos del partido frente a Finlandia.

En ese sentido, resolvieron colocarle un desfibrilador automático en el corazón, lo que se realizó "en forma exitosa" en las últimas horas.

El mediocampista del Inter de Milán de Italia, compañero del argentino Lautaro Martínez, agradeció "la gran cantidad de buenos deseos" recibidos en estos días.

"La operación salió bien, dentro de estas circunstancias. Es genial volver a ver a los chicos después del fantástico partido que jugaron anoche", comentó Eriksen en ese mensaje, sobre la derrota ante Bélgica por 2-1, el jueves por la noche.

"No hace falta decir que los alentaré el lunes contra Rusia", cerró el breve texto que ofició de parte médico para el jugador de 29 años.

El relato más crudo de lo que ocurrió el sábado pasado en Copenhague fue el doctor Jens Kleinefeld, médico de la UEFA, quien detalló cuáles fueron las primeras palabras del
futbolista luego de recuperar la conciencia, todavía en el estadio.

"Cerca de treinta segundos después, el jugador abrió los ojos y pude hablarle directamente. Fue un momento muy emotivo ya que en ese tipo de urgencias, en la vida cotidiana, las opciones de éxito son bastante menores", afirmó. 

En la charla con un medio alemán, Kleinefeld reveló que le preguntó "¿Estás de regreso entre nosotros?", a lo que el emblema de la Selección de Dinamarca le respondió: "Sí, estoy de regreso".

"Por Dios, sólo tengo 29 años", recordó que le dijo Eriksen, instantes después, lo que le permitió establecer que su cerebro "no había sufrido daños y que había regresado por completo". 

El mediocampista respondió correctamente a todas las preguntas y estaba plenamente consciente en el estadio, pero se necesitó tiempo para instalar el operativo médico necesario para su traslado al hospital, según informó Kleinefeld respecto de la demora.