Durante la final del Abierto de Australia se vivió un momento bastante tenso cuando durante un turno de servicio de Rafael Nadal ingresó un espectador a la cancha portando una bandera en protesta a la detención de refugiados en Australia.

Fue durante el segundo set, cuando Nadal sacaba 5-3. Las cámaras de televisión captaron la cara de desconcierto del mallorquín, mientras rápidamente se vio cómo ambos jugadores fueron cubiertos por el personal de seguridad.

Luego de sacar de la cancha a la invasora, el juego continuó de manera normal y fue Medvedev quien terminó quedándose con la segunda manga del partido.

En la final de Australia, Medvedev va en busca de su segundo Grand Slam, mientras que Nadal quiere hacer historia y convertirse en el mayor ganador en la historia en dicho tipo de eventos, con 21 y superando los 20 de Federer y Djokovic.

El atentado a Mónica Seles:

Las invasiones causan una tensión especial en el tenis, ya que reviven el recuerdo del ataque a Mónica Seles, quien fue apuñalada por un espectador durante el torneo de Hamburgo, en 1993.

En aquel momento, la yugoslava tenía 19 años, ya ocupaba la primera posición del ránking y había ganado ocho torneos de Grand Slam.

Tras el atentado, se confirmó que el agresor fue Günter Parche, un fanático de Steffi Graf, quien había perdido el dominio del circuito con la llegada de Seles.

El regreso de Seles se pudo dar recién en 1995 y solo consiguió un torneo grande más. Una histórica del tenis femenino, como lo fue Martina Navratilova, aseguró que Seles estaba destinada a superar el récord de 24 Grand Slams ganados por parte de la australiana Margaret Court.