El delantero uruguayo Luis Suárez, protagonista de uno de los fichajes del verano europeo con su llegada a Atlético de Madrid, insinuó hoy que su salida del Barcelona de España tuvo como objetivo debilitar al argentino Lionel Messi, en su disputa con la dirigencia del club blaugrana.

Ante la pregunta de si la intención de correrlo del camino era quitarle fortalezas a su amigo, el "Pistolero" se rió irónicamente y respondió: "Una imagen vale más que mil palabras".

"Nuestra relación influía en el juego. Nos buscábamos constantemente, pero por el bien del equipo. Querían que juegue más con otros compañeros, no lo sé", agregó en declaraciones a ESPN.

Suárez aseguró que tenía claro que, por una cuestión de edad, su ciclo en Barcelona podía estar cumplido pero las formas y los manejos de la dirigencia "culé" son los que le causaron dolor.

"Con todo el respeto que me gané en la cancha merecía que me llamen y buscar la mejor solución. Ellos filtraron cosas con la prensa y eso me molesto y le dolió a mi familia", explicó el uruguayo, uno de los máximos goleadores del último lustro.

Además, el "Pistolero" explicó que le recomendó a la "Pulga" rosarina que siga con la cabeza alta en la institución: "Le dio cosas que el club jamás imaginó. No le tiene que dar el gusto de que lo vean cabizbajo. Tiene que ser feliz y seguir haciendo las cosas que hace adentro de la cancha".