Steven van de Velde, jugador de beach vóley, volvió a su país y habló con la prensa local tras su polémica participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde fue repudiado por el público luego de que se haga público su condena por una violación cometida en el año 2016. El deportista declaró que analizó no disputar el torneo.

Van de Velde fue condenado a cuatro años de prisión tras ser culpable de violar, en múltiples ocasiones, a una nena británica -a la cual conoció por redes sociales- de, en ese entonces, 12 años cuando él tenía 19. En la Villa Olímpica, el voleibolista fue apartado del resto de los atletas y no tuvo contacto con la prensa.

El deportista compitió en duplas, junto al Matthew Immers, representando a Países Bajos en beach vóley y recibió una fuerte reprobación por parte del público. Además, en la Villa Olímpica, el voleibolista fue apartado del resto de los atletas y no tuvo contacto con la prensa.

"Definitivamente tuve un momento en el que pensé en rendirme, tanto antes del torneo como durante. Pero luego pensé: 'No voy a darle a otros el poder de intimidarme o hacerme abandonar'", declaró a la televisión pública neerlandesa NOS.

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Cuando un periodico hizo públicos su caso utilizando la foto de su esposa, el neerlandés se mostró dolido y declaró: Hice algo mal hace diez años. Tengo que asumirlo. Pero hacer daño a la gente que me rodea, ya sea Matthew, mi mujer, mi hijo... eso es ir demasiado lejos para mí. Ese fue definitivamente un momento en el que pensé: ¿merece la pena para mí?”.

Si bien la condena fue dictada por Gran Bretaña, se le permitió cumplir su condena en su país natal, donde lo liberaron luego de 13 meses en prisión.

Actualmente el voleibolista cuenta con 30 años y asegura que ya no es la persona que fue hace ocho años atrás: Ya no soy ese adolescente. Ahora tengo treinta años, estoy casado, tengo un hijo, tengo una vida muy agradable. Las opiniones de los demás, de las redes sociales, ya no me importan. Pero si tuviera veinte años, sería una situación completamente diferente”.

Por último, su participación generó tal polémica a nivel social que más de 81.000 personas firmaron una petición para prohibir, de manera indefinida, la participación de las personas condenadas a delitos sexuales en los Juegos Olímpicos.