Stan Wawrinka: la estrella que quiere “fallar mejor” y dar el golpe en el ATP de Buenos Aires
El tenista suizo, ganador de tres títulos de Grand Slam y atacado por las lesiones en los últimos años, buscará volver a meterse en los primeros puestos del ranking.
Ganó tres títulos de Grand Slam, fue campeón olímpico y de Copa Davis, fue número 3 del mundo, le generó dolores de cabeza a Federer, Djokovic y Nadal en los torneos más importantes, es dueño de uno de los mejores reveses de la historia y, además, es querido en todos lados.
Todo eso y mucho más es Stan Wawrinka, el jugador que pasó de ser “el otro suizo” gracias a la figura de Roger Federer a ganarse un lugar de respeto en el circuito y entre el público.
Wawrinka tuvo una explosión tardía, ya que pese a ser dueño de un talento indiscutible, recién a los 28 años pudo terminar una temporada en el top 10.
Pero a partir de aquel año el suizo comenzó a pisar más fuerte que nunca. Su título en el Abierto de Australia de 2014, en el que derrotó a Novak Djokovic (campeón de las últimas tres ediciones) y al número 1 de aquel entonces, Rafael Nadal, le permitió escalar hasta el tercer puesto del ranking gracias a la conquista de su primer Grand Slam.
Pero la faena del suizo no terminó allí, ya que en 2015 ganó Roland Garros y en 2016 el US Open, derrotando en ambas finales a Djokovic.
Con 35 años, edad en la que muchos jugadores ya están en su ocaso o retirados, Wawrinka terminó la temporada en el top 20. Pero a partir de allí comenzó un verdadero calvario para el suizo, que se perdió casi toda la temporada 2021 por dos intervenciones quirúrgicas en su pie izquierdo y llegó a pensar en el retiro.
Pese a todos los pronósticos negativos, el suizo decidió volver al circuito, pelearla desde abajo y demostrar(se) que está para seguir dándole batalla a los mejores y deleitando a todos con su tenis exquisito.
En su antebrazo izquierdo se puede leer la siguiente frase: “Siempre intentaste. Siempre fallaste. No importa. Intenta otra vez. Falla de nuevo. Falla mejor”.
Esa frase que tiene tatuada parece ser una máxima en la vida del suizo, que 11 años después de su última función en Buenos Aires decidió “intentar otra vez” y, por qué no, “fallar mejor” y levantar el trofeo de campeón por primera vez.
Este lunes ya dio el primero de los cinco pasos, derrotando al local Pedro Cachín por 6-7, 6-1, 6-2, en una exhibición de revés a una mano y estrategia en polvo de ladrillo en un Buenos Aires Lawn Tennis húmedo y con la pelota pesada producto de las lluvias que azotaron a la ciudad en la mañana y hasta entrado el mediodía.
Luego de derrotar a Cachín, Wawrinka declaró ante los micrófonos de la organización: "Es genial estar de nuevo en Argentina. Quería volver antes de dejar de jugar. Disfruto de mi tiempo en Buenos Aires, es una ciudad fantástica, tengo muchos hinchas aquí, espero verlos en el próximo partido. Estoy contento con el partido que jugué y estoy contento de tener otro partido en este torneo. Mi objetivo es avanzar lo más posible, trabajar la disciplina y pelear los partidos”