Sergio Ramos, capitán y emblema moderno del Real Madrid, oficializó este jueves su despedida del club tras 16 años y 22 títulos obtenidos, con duras críticas a la dirigencia encabezada por Florentino Pérez.

En conferencia de prensa, Ramos aclaró que su salida se debió a que el club retiró la oferta de renovación que le había presentado, en una negociación que se dilató producto de la pandemia de coronavirus.

"Acepté el año que me ofrecía el club y me dijeron que la oferta había caducado. Nunca me he querido ir y nunca fue un tema de dinero, era de años porque quería tranquilidad y continuidad, y yo quería seguir en el Madrid", resumió Ramos, luego de recibir de parte de Florentino Pérez la insignia de oro y brillantes del club.

El defensor central, que arribó en 2005 desde Sevilla, remarcó que la propuesta de bajar el salario no era un impedimento, ya que "el dinero nunca fue un problema y el presidente lo sabía".

Más allá de esas críticas, Ramos, tal como en la cancha, contó que resolvió estas diferencias con Florentino Pérez "en un ámbito privado", por lo que no guarda "ningún tipo de rencor ni de enfrentamiento".

"Le dije todo lo que tenía que decir. Florentino me trajo y me hizo ganar, me quiero quedar con ese cariño", cerró Ramos, que mientras evalúa ofertas del Manchester City y la MLS de Estados Unidos, aclaró que no seguiría su carrera en el Barcelona.