El 22 de diciembre de 1983 no es una fecha más para el fútbol argentino y mucho menos para los dos equipos de Avellaneda, ya que hace 40 años, Independiente se consagró campeón y dio la vuelta olímpica ante Racing, que descendió a la Segunda División.

En un clásico de Avellaneda inédito, el Rojo se adjudicó el campeonato Metropolitano de Primera División de 1983 al superar a su rival por 2 a 0 con los tantos de Ricardo "Gringo" Giusti y el capitán Enzo Trossero.

La Academia que consumó su descenso ese día, había perdido la categoría una semana antes ante Racing de Córdoba -marcan los libros-, pero lo cierto es que ese encuentro que decretó su peor pesadilla, se oficializó posterior al encuentro ante Independiente, ya que había sido suspendido por incidentes y estaba en revisión para esa fecha.

Por aquellos años, el denominado “Rey de Copas” tenía un gran equipo aunque el comienzo de la década de los 80 se le venía negando el título, lo que hizo que las riendas del plantel las tome José Omar Pastoriza que no solo terminaría ganando este campeonato de 1983 sino también la Copa Libertadores e Intercontinental de 1984 con un fútbol excepcional.

El “Pato” Pastoriza eligió el siguiente once para jugar el histórico encuentro: Gustavo Moriconi; Rodolfo Zimmermann, Hugo Villaverde, Enzo Trossero, Néstor Clausen; Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, Jorge Burruchaga; Enrique Bochini; Enrique Sánchez y José Percudani.

Por su parte, el Racing de José Pizzutti formó de la siguiente manera: Carlos Rodríguez; Esteban Solari, Campos Aquino, Diego Castelló, Enrique Velloso; Carlos Caldeiro, Martín Urán, Gabriel De Andrade; Horacio Matuszyczk, Carlos Lozano y Horacio Larrachado.

El "Gringo" Giusti marcó el primer gol para el equipo que dirigía el gran "Pato" Pastoriza y el capitán Enzo Trossero decoró el triunfo para dar la vuelta olímpica y grabar a fuego un inolvidable recuerdo para la parcialidad de Independiente, que copó la vieja "Doble Visera" con más de 50 mil localidades vendidas.

El resto fue historia para ambos equipos de Avellaneda: al año siguiente, el Rojo conquistó América al conseguir la Copa Libertadores y, luego, el mundo al derrotar al Liverpool en Japón con el recordado gol de "Mandinga" Percudani.

Por su parte, Racing debió esperar dos años en la segunda categoría hasta recuperar el lugar que no debería haber perdido nunca en Primera División y, para colmo, debió sufrir en un torneo reducido para alcanzar el objetivo.