El mediocampista Juan Ramírez encendió las alarmas en San Lorenzo al negarse a concentrar en la previa del duelo de esta tarde con Arsenal, que finalizó 1 a 1, a raíz del interés de Boca para sumarlo como refuerzo por iniciativa de Juan Román Riquelme.

Ramírez iba a ser titular en el inicio del torneo de la Liga Profesional y el entrenador Paolo Montero lo consideraba intransferible, pero al enterarse de que Boca había ofertado por él, el volante tomó la decisión de no firmar planilla y se bajó del encuentro en Sarandí.

Además de estar en el radar de River durante todo el mercado de pases -la falta de un acuerdo complicó la llegada de Augusto Batalla a Boedo-, el zurdo fue compañero de Riquelme en su última etapa en Argentinos Juniors, por lo que el ex enganche lo tiene en la mira hace tiempo.

El "Ciclón", en tanto, rechazó la oferta de Boca de dos millones de dólares por su pase y envió la lista de concentrados incluyendo el nombre del mediocampista, por lo que la situación llegó a instancias legales.

La dirigencia de San Lorenzo recurrió a un escribano público para certificar que la ausencia del jugador, pese a que el club mantiene una deuda con Ramírez que ocasionó el malestar por parte del futbolista y de su entorno, que tiene decidido cambiar de rumbo.

"Ayer Juan nos manifestó su intención de dejar el club, aduciendo que tenía una oferta de Boca, cosa que por un lado llegó pero muy lejos de las condiciones que pretendíamos nosotros y sobre todo no en las formas que se tiene que manejar un club", disparó el manager Mauro Cetto en declaraciones a ESPN.

Y agregó: "La manera de manejarse no fue la correcta, contactando al jugador directamente. Y de parte nuestra el enojo o la molestia está en la situación de que un día antes de que comience el campeonato tengamos un jugador que no lo podemos utilizar, sobre todo uno de la importancia de él".

En la misma línea, insistió: "La realidad es que sabemos que es muy difícil hacer jugar a alguien en un lugar donde no quiere estar, esta camiseta es demasiado importante como para que que no quiera usarla y nosotros estemos rogándole para que se quede".

"Pero sí nos gusta manejarnos de otra manera: si alguien se quiere ir las puertas están abiertas pero las condiciones las ponemos nosotros, no las pone el jugador y muchísimo menos Boca", cerró el ex marcador central.