Se dieron a conocer más datos sobre el dramático robo que vivió el futbolista argentino junto a toda su familia en las afueras de Lisboa. El deportista se encontraba de regreso a su casa por la madrugada cuando un grupo organizado se subió al auto para ponerle un cinturón alrededor del cuello y entrar a su casa, donde se llevaron dinero (330 mil dólares) y piezas lujosas como relojes y joyas.

Según recogió el medio local Correio da Manhã, la pandilla en cuestión fue catalogada como “profesionales” por los especialistas. Los ladrones llevaban guantes para no dejar huellas dactilares en ningún lugar y pasamontañas; también se comunicaban entre sí a través de walkie-talkies.

Los reportes locales informaron que solamente cuatro hombres habían participado del violento asalto que tuvo lugar en el barrio privado Herdade da Aroeira. Finalmente, el diario Correio da Manhã aseguró que había siete criminales en el lugar, según fuentes policiales.

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Parte de la pandilla estuvo fuera de la casa de Otamendi para alarmar ante cualquier tipo de improviso, mientras que el resto se encontraba dentro. Para esto funcionaba el uso de los walkie-talkies, ya que podían comunicarse fácilmente entre los que se encontraban en el interior del hogar y los que se encontraban a las afueras.

De momento, la policía se encuentra en la investigación de la banda involucrada en el robo. Esto podría estar conectado a la ola de crímenes sin resolver en las casas de otros futbolistas.

Mientras tanto, el futbolista argentino contrató seguridad privada para vigilar el exterior de su casa. Según un reporte del Jornal de Noticias, el joven habría tomado la decisión de mudarse y se encontraría en la búsqueda de una nueva morada con la ayuda de su club.