Qatar 2022: Amnistía Internacional presentó informes sobre violaciones de derechos humanos
Se llama "Qatar en falta" y describe los diversos tipos de violaciones que sufrieron trabajadores, mujeres y la comunidad LGBTIQ+.
La organización Amnistía Internacional presentó en su sitio web un espacio que compila el trabajo de investigación que realiza en Qatar desde 2012 respecto a las violaciones de derechos humanos en el país anfitrión de la Copa del Mundo 2022. Se llama Qatar en falta y se divide en tres secciones: trabajadores migrantes explotados, mujeres sin libertades y comunidad LGBTIQ+ discriminadas.
El objetivo de la entidad es que, tanto el Estado qatarí y la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), garanticen los derechos de trabajadores, mujeres y diversidades sexuales en el país y en futuras competencias. Las polémicas en torno a la sede de la cita mundialista trajo aparejada un fuerte repudio internacional en la previa.
En la sección de trabajadores migrantes explotados, los documentos narran las historias de personas que viajaron al país con el fin de desempeñarse como obreros en la construcción de estadios, hoteles, sistemas de transporte y otros servicios en diversas ciudades. El registro señala que muchos de ellos fueron sometidos a desempeñar su labor en condiciones laborales extremas.
Con respecto al ítem de mujeres sin libertades, Amnistía reveló, a través de una investigación propia, que las trabajadoras domésticas migrantes fueron empujadas a una sobrecarga de trabajo, trato abusivo y degradante. Mientras que en relación con la comunidad LGBTIQ+, expuesta a sanciones por la legislación qatarí, la institución reclama la derogación de las mismas de forma urgente.
Por estas horas, la FIFA está en el ojo de la tormenta con respecto a los brazaletes "OneLove", que aumentaron su demanda en las últimas dos semanas luego de que la federación le amenazara a varios capitanes de equipos europeos con la imposición de tarjetas amarillas en el caso de usarlos durante los partidos. Las pulseras pretenden enviar un mensaje de tolerancia, conexión y oposición a toda forma de discriminación.
Los fabricantes, que son neerlandeses, dicen que se agotaron tras enviar 10.000, la mayoría en las últimas dos semanas. "El gran auge se produjo con la llegada del Mundial de fútbol y, sin duda, con la declaración de la FIFA de no permitir estos brazaletes de capitán en el campo", dijo el director general de Badge Direct BV, Roland Heerkens, en una entrevista.