No nos vamos a ocupar de Pep como jugador, lo que también merecería un comentario al margen: en 17 años obtuvo 16 títulos de todos los colores. Sólo nos vamos a detener en su trayectoria como entrenador, la que conjuga dos diferenciales maravillosos: revolucionó la forma de jugar a la pelota y consiguió buenos resultados, dos cuestiones que no siempre van de la mano.

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El Barcelona de 2009 cambió la forma de jugar al fútbol en la mayoría de los países del mundo, especialmente en aquellos en donde el poderío económico hace que acumulen figuras de primer nivel. El resto, como es lógico, puede copiar e intentar, pero difícilmente consiga la misma efectividad de los poderosos.

¿Por qué Pep Guardiola no es indiscutido?

El juego asociado, los movimientos en bloque, el equipo corto, la idea de jamás dividir la pelota –ni aún en situaciones comprometidas en defensa–, el toque de primera, la aparición en escena de los volantes mixtos y tantísimas otras cosas que hoy vemos naturalizadas, salieron de la cabeza de Guardiola y fueron puestas en práctica de la mejor manera en todos los equipos que dirigió.

Su influencia en el fútbol fue tan grande que incluso generó una contra cultura guardiolera. Es decir, un grupo de entrenadores que radicalizaron su forma de jugar para estar en las antípodas del español. El portugués Mourinho es, tal vez, el mejor ejemplo de esto que decimos. Pero en definitiva el sistema Guardiola se desparramó por todo el mundo y generó una clara hegemonía en la forma de jugar. Y todo esto fue avalado por los éxitos.

Repasemos:

Con el Barcelona ganó la Copa del Rey, la Liga, la Supercopa de España (los tres en 2009), la Liga, la Supercopa de España (2010), la Liga, la Supercopa de España (2011) y la Copa del Rey (2012). Con el Bayern Múnich se apoderó de la Bundesliga, la Copa de Alemania (2014), la Bundesliga (2015), la Bundesliga y la Copa de Alemania (2016). Y ya en el Manchester City ganó: la Copa de Liga, la Premier, la Community Shield (2018), la Copa de la Liga, la Premier, la FA Cup, la Community Shield (2019), la Copa de la Liga (2020), la Copa de la Liga, la Premier (2021), la Premier (2022), la Premier y la FA Cup (2023). Esto, a nivel local.

Pero si nos metemos con lo internacional vemos que ganó la Champions tres veces (Barcelona 2009 y 2011 y Manchester City 2023), la Supercopa de Europa también tres veces (Barcelona 2009 y 2001 y Bayern Múnich 2013) y otras tres veces el Mundial de Clubes (Barcelona 2009 y 2011 y Bayern Múnich 2013).

En definitiva: si juega bien, sus equipos gustan y gana todo lo que se le pone enfrente, ¿qué asignatura pendiente debe rendir Guardiola para efectivamente ser considerado el entrenador más grande de todos los tiempos?

Y la respuesta es muy sencilla y abarca dos aspectos: debe mostrar las mismas condiciones en equipos sin la billetera abultada y debería hacerse cargo de una Selección para revalidar sus logros en un Mundial y con equipos parejos en cantidad y calidad de recursos. Porque con Guardiola la duda es siempre la misma: ¿qué pasaría si le tocara dirigir a Defensa y Justicia y no a un equipo plagado de petrodólares que le suma a la plantilla al mejor futbolista del momento? Y esa es una duda imposible de zanjar porque, hasta ahora, Guardiola, siempre jugó las manos de truco con el as de espada, el siete de espadas y el seis de espadas, cartas con las que efectivamente es imposible perder. Guardiola, siempre, corrió con el caballo del comisario. Y eso es algo que no se puede evitar mencionar cuando se evalúa su trayectoria.

También es cierto que otros entrenadores han contado con presupuestos exorbitantes y no los han hecho rendir de la misma manera que el español, pero igual es un tema que no se puede soslayar. Pep es un excelente administrador de excelentes recursos (jugadores); nos queda la duda de que haría sin tanta abundancia dentro de la cancha y sentada en el banco de suplentes.

¿Por qué Pep Guardiola no es indiscutido?

Por lo pronto, el bueno de Pep se sacó de encima la última mochila que le quedaba. Ganó la Champions con el Manchester City, una asignatura que tenía pendiente desde hace años. Ahora tiene un rato para disfrutar. Lo que no quieta que todos estemos expectantes para ver qué nuevo desafío se propone. Porque más allá de los “peros”, Pep es un grande. Tal vez el más grande de todos.