Parece que hay crisis en Boca
Internas hay en todos lados. Pero hay instituciones que acaparan las tapas de los diarios. Sus hinchas ofrecieron espectáculo durante el fin de semana. Pero los dirigentes "se matan".
La Sal del Deporte
En algún momento de la historia daba para el chiste fácil. El equipo de fútbol perdía un partido y se decía en las redacciones: "Hay crisis en Boca". Bueno, también pasaban cosas, hablando así, mal y pronto. Porque, claro, hubo un futbolista, hoy comentarista deportivo que, subido a La Torre diagnosticó: "Boca es un cabaret". Y enojó a un DT renombrado. También hubo otro "Míster" que no tuvo mejor idea que anunciar su renuncia al cargo en... El Monumental de Núñez. Ese lugar al que algunos hinchas auriazules se acercaron el sábado pasado con globos y humo negro, más carteles que decían "B"elorio.
Ahora resulta que un lunes de Selección, el club de la ribera es noticia de tapa por una puja política interna que habría estallado. Con el fútbol doméstico de Primera División sin actividad, se la toman con el dirigente que preside la institución, Jorge Amor Ameal. Y afirman que "maneja el quincho y la pileta nada más, está loco por eso”. ¿Quiénes? Dirigentes opositores que se reúnen para conspirar, según una nota de autor que aparece en un medio digital de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con mucha "Info".
"Al búnker armado por Riquelme en el Predio de Ezeiza solamente tienen ingreso autorizado Ameal y Rosica, mientras que el resto de los directivos debe acudir con previa autorización del Consejo de Fútbol antes de entrar", señala un artículo que firma Federico Cristofanelli, de idéntico apellido al de Claudio, uno que jugando para Ferro, una noche embocó a Boca de cabeza en La Bombonera para una victoria recordada del Verdolaga de Caballito (La Ferropedia en Internet recuerda que tiene un récord difícil de empardar: es el único jugador de Ferro que le convirtió dos goles a Boca en su propia cancha el mismo año; luego trabajaría en la ribera dentro del cuerpo técnico de Gustavo Alfaro).
Cuenta que inclusive hay quienes se enojaron por la invitación del ídolo todavía vigente, Román, para visitar el predio en una reunión de CD por Zoom: “Si es un compañero de comisión... ¿Por qué nos tiene que invitar a ir? Eso quiere decir que antes no podíamos hacerlo”.
Entre todo el relato, que incluye decenas de nombres que serán muy conocidos por los socios del club bien metidos en la política interna, habla de bandos. Por ejemplo, menciona que un directivo que pertenecía al círculo de Ameal fue absorbido por Riquelme, su vice. Y tira el nombre: el responsable del Departamento de Legales Orlando Giménez. "Pasa más tiempo en el Centro de Entrenamiento que en Casa Amarilla", indica el artículo.
“A ese no lo saluden más”, cuentan que advirtió Ameal. ¿Entonces, tampoco existe buena onda entre el presidente y el recordado crack que es su segundo en la línea institucional? Parece que no, según los opositores.
"Hicieron pantomima", dijo un directivo de Boca sobre la reunión entre Riquelme y Ameal tras la renuncia de Pergolini a una vicepresidencia. Así es como llega a la conclusión de que en el club hay una versión instalada del poder dividido en dos: por un lado Ameal y por el otro Riquelme. “Hay un club en Ezeiza y otro en Casa Amarilla”, aseveraron. “Ameal se entera de los refuerzos del equipo por la televisión”, concluye el artículo.