Mientras Lionel Messi se prepara en Río de Janeiro para la gran final de la Copa América ante Brasil, el sábado a las 21 en el Estadio Maracaná, quedó al descubierto que su familia se encuentra en Rosario.

Todo se supo cuando sus tres hijos fueron a conocer la obra de arte que tiene como protagonista a su padre que pintaron los artesanos del Grupo Sismo a cinco cuadras de su casa natal, con el apoyo de la Municipalidad de Rosario.

Es que después de entrenar, el astro se dio tiempo para mostrar, orgulloso, en sus redes sociales a Thiago, Mateo y Ciro posando ante el impresionante mural frente a la Escuela Número 66 General Las Heras, a la que asistía el ídolo, situada en Buenos Aires al 4.800, del lindero barrio Presidente Perón, de casitas y monoblocks de tres pisos, hecho por el primer peronismo a fines de la década del '40 para oficiales y suboficiales del Ejército.

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Así reveló algo que no se sabía: que su esposa e hijos lo están esperando en Rosario para cuando termine la copa América y puedan festejar en familia su gran sueño, a los 34 años, de salir campeón con la selección argentina.

Los autores, Fernando Lerena y Maxi Ledesma, habían afirmado, al presentar la obra, que “es un sueño hecho realidad. Falta su firma y que se saque una foto con el mural”.

Lerena explicó que “el mural es un 'Leo' descamisado, que no tiene ninguna casaca de ningún color porque Messi es de todos, es de la gente, con dos botines colgados al cuello: uno clásico, roto y embarrado, como el que usa cualquier jugador, y el de oro (que el “10” ganó en seis oportunidades)”. Se titula "De otra galaxia y de mi barrio".

No es el único homenaje artístico que le hicieron en su ciudad natal, ya que tiene una gran cantidad de murales pintados en las calles internas del barrio, como los pasajes La Bajada, Lavalleja y Australia, uno en una pared interna de la Escuela Las Heras y ahora este, en la ochava noroeste de Buenos Aires y el pasaje Azara.