La mayoría de los entrenadores de fútbol suele coincidir en que los equipos se arman de atrás hacia adelante y desde que Lionel Scaloni asumió en la Selección argentina dejó en claro que su manera de conseguir resultados es resguardar su arco y esperar que aparezca esa chance que defina la jerarquía ofensiva.

Porque evidentemente, en estos cinco partidos entre Eliminatorias y arranque de Copa América, la Selección argentina transformó un planteo que quizás se imaginaba casual en un plan de juego.

Pero desde aquella Copa América 2019, en el mismo escenario de Brasil, la Selección de Scaloni entendió que en este tipo de torneos (y en general en la vida deportiva toda) lo que valen son los resultados por encima del rendimiento.

Y si bien parece el dicho de la gata flora, donde el conformismo no llega por ninguno de esos dos caminos, tampoco es que Argentina sufrió al extremo y fue "peloteado".

Nada más lejos que la realidad, donde incluso Chile -dos veces- y Colombia le robaron un empate remontando el resultado casi sin generar situaciones concretas de peligro.

Estas dos caras de la Selección argentina parece estar totalmente en claro para los jugadores, que salen a "comerse" a los rivales de arranque, primeros 30 o 35 minutos, e intentar conseguir la ventaja, para después cuidarla.

Ante Paraguay, con seis cambios respecto del jueves, el doble cinco de Paredes-Rodríguez le dio una mejor contención, pero le quitó posesión, que ya de por sí disminuía en el segundo tiempo.

El cansancio de haber jugado hace apenas 72 horas y ante un rival descansado porque venía de quedar libre, también influyó para defender el resultado desde la tenencia de la pelota.

Habrá que ver si en los mata-mata de Cuartos de Final en adelante, Scaloni ratifica esta postura que lo parece hacer caminar por la cornisa a veces y tener tranquilidad otras.