Anna Scappini tiene 32 años y nació en Paraguay.

Y es presentada como alguien especial por masaireweb.net y la Federación Atlética Metropolitana ya que fue la primera atleta en competir en una carrera para federados como trans.

Anna fue parte de la segunda serie femenina de la prueba de 3000 metros llanos de un torneo que organizó la Federación Atlética Metropolitana (FAM) en el Parque Olímpico y ganó con un tiempo de 11 minutos 32 segundos 93 centésimas. En tanto que quedó duodécima en la clasificación general, entre 28 competidoras, la que agrupa a las totalidad de las series disputadas.

Anna integra la tradicional Agrupación Osvaldo Suárez, del partido de Avellaneda.

 Pero para llegar a su debut deportivo en una competencia federada hubo una historia, cuenta la entrevista que firma Federico Sánchez Parodi en Más Aire.

Anna eligió mudarse desde su país a la Argentina para "trabajar y estudiar", según cuenta, pero por sobre todo, alentada por la Ley de Identidad de Género (N° 26.743 - esta ley permite que las personas trans puedan ser inscritas en sus documentos personales con el nombre y el género de elección, además de ordenar que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio).

Cursa dos carreras en la Universidad Nacional de Quilmes: Administración de Pymes y Licenciatura en Comercio Internacional.

"En América Latina, la Argentina es el país con más inclusión social. Además, Paraguay es muy machista y en cuanto a mi género, peor, ya que se siente la homofobia y transfobia. Es muy difícil ser una mujer transexual allí", contó con dolor pero con el Orgullo de las marchas.

Se largó a correr a fines del 2019 y la pandemia frenó un poco su entusiasmo.

Al llegar a Buenos Aires conoció a su pareja, que fue el que le mostró el mundo del running. Así fue como encontró un ambiente que la atrapó.

Se entrena seis días a la semana y uno descansa, pero agrega natación, ciclismo y funcional.

"Las personas trans cambiamos nuestros cuerpos a través del TRH (terapia de Reemplazo Hormonal o también dicho Terapia hormonal Cruzada). Es una forma de adecuar el cuerpo a la identidad y género auto-percibidos (desarrollando rasgos femeninos o masculinos, según se desee) mediante la administración de hormonas", detalla.

En el orden mundial, el caso de la sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, es un tema que aún genera polémicas.

La World Athletics, por la normativa que le impide correr en pruebas de 400 a la milla con unos niveles de testosterona superiores a cinco nanomoles por litro de sangre, obligan a la atleta a medicarse. Pero desde los sectores defensores de las atletas trans responden: "Ellas luchan con el trauma emocional y se sienten discriminados y humillados por las pruebas".

Anna conoce el tema en profundidad.

"Es un tema muy sensible. La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) había realizado un comunicado remarcando que la meta es preservar la igualdad de oportunidades en las competiciones de atletismo,  por el caso específico de la  olímpica Caster Semenya, que siendo mujer biológica tiene hiperandrogenismo y su cuerpo produce un nivel más alto de testosterona, y en consecuencia, se genera ventaja deportiva por sobre sus competidoras. En mi caso sucede algo similar en el sentido en que debo someterme a un bloqueo de testosterona simila", apuntar.

Desea, por otra parte, "generar un cimiento en el deporte diverso y no llevar una ventaja sobre las demás chicas a causa del tratamiento hormonal" que sigue desde hace unos años, le hizo perder fuerzas y le confirió una contextura femenina, lo que eligió ser.

"Espero que dentro de 30 años, cuando una chica trans se anote para hacer deporte no sea un problema ni novedad para nadie. Ni siquiera que sea un hecho que llame la atención. En 1966, en pleno siglo XX, Kathrine Switzer corrió la primera maratón a pesar del rechazo inicial de las entidades deportivas y hoy día, las mujeres corren con total normalidad sin que eso genere ninguna complicación", refuerza.

Pero sabe que en 2021 existen los problemas y ve venir alguna polémica el día que resulte triunfadora en alguna prueba: "Es lógico que ocurra. En muchos casos se cruzan los intereses personales y económicos de distintos atletas y esto puede generar conflictos. Creo que una solución podría ser comenzar a tratar seriamente el tema de los atletas trans en las instituciones. Por ejemplo, se podrían ir estudiando nuevas normas para establecer criterios que prevengan situaciones conflictivas que afecten a los atletas o empañen a los eventos deportivos y carreras en genera".