Mauro Zárate enfrentó a Vélez y tuvo un recibimiento hostil por parte de la hinchada
El delantero fue repudiado por la gente del "Fortín" desde que se fue a Boca envuelto en la polémica.
El delantero de Platense Mauro Zárate volvió al estadio José Amalfitani para enfrentar a Vélez luego de su polémica salida a Boca y los hinchas locales lo recibieron con un clima hostil en lo que fue la victoria de su equipo por 1 a 0.
Desde que se confirmó el arribo del atacante al "Calamar", lo primero que se destacó fue que en la segunda jornada de la Liga Profesional debería enfrentar al "Fortín" en condición de visitante y volvería a verse las caras con la gente que lo tenía como ídolo y no le perdonó su pase al conjunto "Xeneize".
Finalmente, este domingo se produjo uno de los sucesos más esperado de la segunda fecha, ya que Zárate regresó, con la camiseta de Platense, a la cancha de Vélez, y fue silbado desde que bajo del micro hasta su ingreso en las instalaciones de la entidad de Liniers.
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Durante la entrada en calor, el clima se puso más tenso ya que, entre insulto e insulto, algunos hinchas utilizaron la ironía para burlarse del delantero que aseguró que con su pase a Boca llegaría a representar a la Argentina: “Para Maurito, la Selección”, entonaron.
Ya en el partido, Zárate inició la jugada que terminó en el tanto de Platense y reaccionó gritando el gol con todas sus fuerzas, luego se dio un fuerte abrazo con Nicolás Morgantini, que dio el pase-gol a Iván Gómez y posteriormente corrió hasta la montaña de jugadores que festejaban y se volvió a abrazar.
Finalmente, el delantero fue reemplazado por Hugo Tijanovich y, aunque hubo algunos insultos, el repudio de la gente de Vélez no fue tan grande previamente.
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Después de su exitosa carrera en Italia, Zárate regresó a Liniers, club que lo vio nacer, y a fuerza de goles ayudo a salir del pozo en el que se encontraba, ya que por aquel entonces el equipo estaba muy cerca de los puestos de descenso y se convirtió rápidamente en el ídolo de la parcialidad velezana.
Pero todo ese amor se rompió cuando fue transferido a Boca, ya que, para el jugador aquel cambio de aire significaba tener una chance con la Selección Nacional. Además, ya con la grieta marcada por forzar su salida, terminó de romper relaciones con los simpatizantes cuando, luego de un triunfo del "Xeneize", ante su ex equipo calificó que "ganó el equipo grande".