Martín Demichelis logró lo que todos los entrenadores sueñan al dar sus primeros pasos en sus carreras: salir campeón en su primera experiencia al mando de un plantel profesional. Y si a eso se le suma que fue en River, el club de sus amores, tras reemplazar a un prócer como Marcelo Gallardo, la coronación de su equipo alcanza el escenario ideal.

Es que la llegada de Demichelis despertó varias dudas por el inmenso desafío de ocupar el lugar que dejó vacante sorpresivamente el "Muñeco" después de un ciclo repleto de gloria, que marcó un antes y un después en la historia de la institución.

Si bien el presente de River lleva a pensar que el contexto para su primera experiencia como técnico en la Primera roza la perfección, la realidad marca que Demichelis empezó una etapa sin margen de error, con todos los peligros que eso conlleva.

Un plantel por encima de la media del fútbol argentino, la sombra de Gallardo y los prejuicios por su perfil convirtieron la realidad en un reto colosal para el ex marcador central de la Selección argentina.

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Y cumplió. Porque River tuvo un desempeño arrollador en el torneo local y se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores, pese a que cada tropiezo situó a Demichelis nuevamente ante las miradas de reojo de propios y extraños.

"Como jugador siempre fui alguien en el campo que quería ayudar, que dirigía. Así que siempre tuve claro que quería ser entrenador", expresó el actual DT de River cuando empezó a cumplir ese rol en las Juveniles del Bayern Munich de Alemania, el cómodo trabajo que abandonó para embarcarse en el desafío con base en Núñez y con fecha de inicio el 16 de noviembre de 2022.

Menos de un año después, arranca un nuevo capítulo para la flamante carrera de Demichelis. Ya sin tanta presión. Con más espaldas y menos obstáculos. Con la Copa Libertadores como objetivo principal. Y con mucha historia por escribir en River, el justo campeón de la Liga Profesional.