El ex delantero de dilatada carrera Bruno Marioni es querido por varios rincones del planeta.

Como futbolista pero también como piloto de autos de carrera.

Y tiene camino por recorrer como director técnico.

El informante Comisario de San Alberto lo encontró contando anécdotas.

En un vivo transmitido a México por el periodista César Luis Merlo.

Y en eso de seleccionar recuerdos, relató una anécdota que le tocó experimentar en el fútbol español, jugando un partido de la Copa del Rey para Tenerife, contra Lanzarote.

Un partido que para él fue una macana.

Comenzaba a las 19:00 y el clima estaba caluroso y húmedo.

Más de 30 grados, cuenta Marioni.

"Para el segundo tiempo refrescó. Empezó con menos de 20 grados. Y yo con retortijones. Le digo al técnico que por favor me reemplazara, que necesitaba un baño", rememora.

Pero la respuesta fue negativa.

"No tengo más cambios", le dijo el míster.

El juego, todo mal.

Lanzarote marcó el cuarto gol.

Así que Marioni contó que miró que los rivales se habían ido a festejar el tanto a un rincón de la cancha, se las arregló, se agachó y dijo: "Que sea lo que Dios quiera".

"Que la gente se imagine", comentó.

Enseguida marcaron el quinto tanto.

En ese otro interín corrió al vestuario, hizo lo que pudo porque estaba cerrado con llave, se cambió con ropa que le alcanzó el utilero que sabía de su mal momento y pudo jugar los últimos cinco minutos un poco más relajado, pero nada cómodo con la situación que le había tocado padecer.