Época de pandemia y de cuarentena prolongada.

Los amantes de los deportes, guardados puertas adentro, encerrados entre cuatro paredes, como la enorme mayoría de los argentinos hasta el momento.

Al menos ahora se habilitaron ciertas actividades al aire libre, como salir a correr, por ejemplo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Pero no todos salen a correr.

Muchos suelen practicar -en tiempos de normalidad- otros deportes, de contacto, los cuales aún permanecen vedados aquí a causa del coronavirus.

"Esos y la natación van a ser los últimos en habilitarse", cuentan los entendidos.

Entonces, en especial los más jóvenes, enfocan su tiempo y sus energías en menesteres alternativos, como los juegos de video sobre deportes de conjunto.

Básicamente, "la Play".

Arden los juegos de video en línea por estos días, con torneos de fútbol por ejemplo para todos los gustos, edades y habilidades, cuenta todo el informante Turbina.

Los certámenes se han ido tornando cada vez más populares y permiten incluso que jugadores profesionales, de carne y hueso, de la vida "real", compitan con aficionados de "la Play" en un estadio de fútbol virtual.

Y lógicamente, a los profesionales de verdad no les gusta perder contra los amateurs, contra rivales mejores que ellos al menos en el mundo de los códigos binarios.

En estos días, una cuenta de Instagram llamada Fútbol Argento organizó un exitoso torneo de fútbol en línea.

Numerosos jugadores se anotaron para participar del certamen, entre ellos Benjamín Garré, actual delantero de Racing -en la vida real- y nieto del ex defensor Oscar Garré, campeón del mundo con la Selección argentina.

Garré llegó hasta los cuartos de final del torneo virtual, instancia en la que perdió con un adolescente apodado Tino, que le ganó por 4-3 sobre la hora en un partido de desempate, ya que en el primer encuentro que jugaron habían igualado 3-3.

La bronca del joven Garré fue incluso mayor cuando Tino, lo "mandó a callar" -como se dice en la jerga de los "gamers"- luego de convertir el cuarto gol.

La caída sobre la hora y el desaire de Tino generaron que el nieto de Oscar no volviera a saludar a su rival en Instagram al cabo del encuentro, como sugieren las buenas costumbres virtuales, según dicen por ahí.