La verdad sobre "Doña Rosa”, la mujer que vendió su casa para la tribuna de la cancha de Belgrano de Córdoba
Marta, conocida como "Doña Rosa", vendió su casa para ampliar la tribuna Cuellar de Belgrano, revelando la verdad detrás del famoso mito.
Belgrano de Córdoba celebró el fin de las obras de la tribuna Cuellar con un emotivo video que reveló la historia real detrás de “Doña Rosa”, el mito que acompañó la construcción de esta parte del estadio. Marta Molina, conocida popularmente como Doña Rosa, fue la protagonista de esta historia al vender su casa colindante al Gigante de Alberdi, permitiendo así la culminación de un proyecto largamente anhelado por el club y sus hinchas.
El mito de Doña Rosa y la verdad detrás de la leyenda
“Mi nombre es Marta Molina, pero los hinchas me pusieron Doña Rosa, y así quedó”, expresó Marta, quien por años vivió junto al estadio. En el video, Marta compartió detalles sobre su vida al lado del club: “Viví toda mi vida acá, se puede decir que el Gigante es el patio de mi casa. Cuando hay partido tiemblan las paredes. Son muchos años viviendo en esta casa, al lado de esta hinchada nunca me sentí sola”, relató, recordando los tiempos en que la tribuna era de madera y las tubulares eran la estructura principal.
Durante mucho tiempo, la leyenda de Doña Rosa se alimentó de la creencia de que se negaba a vender su propiedad, frenando la expansión del estadio. Sin embargo, en 2023, el club logró adquirir el terreno que durante años fue visto como un obstáculo para la ampliación de la Cuellar. Marta explicó que la decisión no fue sencilla: “Se dijeron muchas cosas de mí, que no quería vender, me convirtieron en un mito. Por supuesto que era difícil vender, era mi lugar, mi historia, mi identidad. Acá vivieron mis viejos, acá crié a mis hijos”, confesó con emoción.
La decisión de Marta y el apoyo de Belgrano
El video también muestra el momento clave en que Luis Fabián Artime, presidente del club y conocido como “el Luifa”, la convenció para dar el paso. “Una tarde vino el Luifa, me miró a los ojos y me dijo: ‘Rosa, tenés que acompañarnos’. Y le dije que sí, que Belgrano está primero. Esta casa fue como una parte más de la tribuna. Ahora sé que entrego mi casa para que otra sea más gigante. Una casa con más capacidad”, concluyó Marta, dejando en claro que su vínculo con Belgrano trasciende los muros de su hogar.
La historia de Doña Rosa, ahora revelada, deja atrás años de mitos y pone en evidencia el profundo amor y compromiso de Marta Molina con Belgrano, un legado que quedará para siempre en la memoria de los hinchas.