Novak Djokovic venció anoche al complicado italiano Matteo Berrettini, en un partido donde cedió el primer set y a partir de allí demostró un nivel superlativo. Fue 5-7, 6-2, 6-2 y 6-3 para el serbio, que liquidó a su rival psicológicamente a partir de la segunda manga.

A lo largo del torneo parece ser una constante ver al número 1 del mundo perder el primer set. Ya le había pasado previamente en este torneo contra el japonés Nishikori y el local Brooksby, y siempre se dio la misma tendencia: Djokovic fue implacable a partir del segundo parcial y en ninguno cedió más de tres games.

Pareciera que Djokovic comienza sus partidos regulando, casi sin querer gastar energías demás y encuentra siempre un nivel que le dé un equilibrio entre un triunfo cómodo y sin gastos energéticos en exceso. 

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Es que con 34 años ya se puede considerar a un tenista como un veterano. Jugadores como Roddick y Nalbandian se retiraron, por ejemplo, a los 30 y 31años, respectivamente, mientras que otro histórico como Sampras lo hizo a los 31 solo por citar algunos casos.

Pero con el Big 3 se vio una excepción a la regla. Federer cumplió 40 años el mes pasado y, pese a sufrir una lesión en la rodilla que lo hizo renegar las últimas dos temporadas, tocó la cima del ranking con 36 años, mientras que Nadal ya cumplió 35 y el año que viene quiere volver a demostrar su faceta más competitiva.

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Este año, Djokovic fue especialmente selectivo con los torneos que disputó. Solo jugó la ATP Cup, Australia, los Masters de Montecarlo y Roma, Belgrado 1 y 2, Roland Garros, Wimbledon y los Juegos Olímpicos. A pesar del título obtenido en sus tierras, al serbio no le fue bien en el resto de los eventos ATP. Pero en los Grand Slam se vio su mejor versión: ganó Australia casi sin problemas, hizo lo propio en Roland Garros dejando en el camino al invencible Nadal en una semifinal histórica y el Wimbledon alcanzó el récord de 20 torneos grandes ganados, que compartían en soledad el español junto a Roger Federer.

Ahora Djokovic va en busca de un hito que en el circuito masculino solo consiguieron el estadounidense Don Budge, en 1938, y australiano Rod Laver, en 1962 y 1969: ganar los cuatro Grand Slam en una misma temporada. 

Don Budge consiguió el Grand Slam en 1938.

Rod Laver fue el último en conseguir los 4 Grand Slam en un mismo año (lo hizo en 1962 y en 1969).

Para eso, debe superar jugadores de la Next Gen que vienen demostrando un tenis de alto vuelo y representarán un gran escollo.

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En semis irá frente a Alexander Zverev, su verdugo en los Juegos Olímpicos, quien llega con una racha de 16 triunfos consecutivos. En una eventual final le tocaría contra el ganador del duelo entre el ruso Daniil Medvedev, número 2 del mundo y principal amenaza para el serbio en la cima del ranking, y Félix Auger-Aliassime, el canadiense que con 21 años llegó a su primera semifinal de Grand Slam y es entrenado por Toni Nadal.

El momento más doloroso de la temporada para Djokovic fue su derrota en semis de los Juegos Olímpicos, donde Zverev revirtió una desventaja de un set a cero.

Para conseguir el Grand Slam calendario, Djokovic no solo tendrá que desplegar su mejor versión tenística, sino que también estará bajo la obligación cuidar el gasto energético que realice en cada punto, ya que sus contendientes tienen solo 21 (Auger-Aliassime), 24 (Zverev) y 25 años (Medvedev).

Pero Nole no será el único que jugará bajo una enorme presión. Medvedev va en busca de su primer torneo de Grand Slam, tras las finales perdidas en el US Open 2019 y la de este año en Australia (justamente lo venció el serbio sin mayores problemas), mientras que por el otro lado Zverev quiere sacarse la espina del año pasado en el US Open, donde desaprovechó una ventaja de dos sets a cero en la final contra el austríaco Dominic Thiem.