Ángela Bejar, la madre del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, comenzó una huelga de hambre en la parroquia Divina Pastora en la ciudad de Motril, Granada, en defensa de su hijo por su suspensión de 90 días y el escándalo de las últimas semanas por el beso no consentido a la futbolista Jennifer Hermoso en la premiación por el Mundial Femenino 2023.

Rubiales se negó a renunciar a su cargo el viernes y la FIFA decidió suspenderlo por 90 días debido al revuelo que causó el beso sin consentimiento que le dio a la jugadora Hermoso en la entrega de medallas por la obtención del Mundial Femenino 2023 en Australia y Nueva Zelanda.

Bejar se plantó en una parroquia llamada Divina Pastora del centro de Motril, cerca de la costa de Granada en España y aseguró que la huelga de hambre será indefinida hasta que se haga justicia por su hijo. La madre del suspendido dirigente exigió que Hermoso "diga la verdad" sobre lo que pasó en el momento que causó la gran polémica.

Para este fin de semana, Rubiales se tomó un descanso y regresó a su ciudad natal para visitar a su madre y pasar este momento con ella, aunque la mujer está anclada en la parroquia y rezando por su hijo. Varias fuentes que la vieron aseguraron que está en buen estado de salud.

En el estadio municipal de la ciudad de Motril, el Escribano Castilla, se encontraron pintadas en contra de Rubiales en cuanto se supo que el jefe del ente deportivo más importante del país llegó para tomarse unos días de descanso pero desde las autoridades afirmaron que se limpiarán para evitar más inconvenientes.

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