La imperdible historia del piloto estadounidense de padres argentinos que sueña con ser campeón de MotoGP
Sean Dylan Kelly compite en Moto2 por primera vez en el país. Sus padres Patricio y Andrea emigraron a Estados Unidos en medio de la crisis de 2001 y después de haber sido víctimas de episodios de inseguridad. A los 19 años deja en claro cuáles son sus objetivos.
Sus padres emigraron de la Argentina en medio de la crisis de 2001, después de sufrir unos episodios de inseguridad. Oriundos de Villa Tesei, en el distrito bonaerense de Hurlingham, viajaron a Estados Unidos y se radicaron en Miami, donde nación Sean Dylan Kelly en mayo de 2002. Dos décadas más tarde y pronto a cumplir 20 años, el hijo de Patricio y de Andrea es hoy una de las jóvenes promesas que compiten en Moto2 y en su primera visita al circuito internacional de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, charló en un perfecto castellano con la prensa especializada, comentó sus sensaciones y habló de su sueño máximo: ser campeón en MotoGP.
Kelly aprendió a manejar una moto cuando era niño y ganó numerosos campeonatos antes de convertirse en adolescente y en una pequeña, pero incipiente estrella del motociclismo de velocidad en la costa este del país norteamericano. También compitió en México y en Europa, y ahora, a los 19, se codea con la élite mundial en una de las categorías del deporte motor más renombradas del planeta. Ésta es su historia increíble, hilvanada a partir de la compleja decisión de sus padres de abandonar el país luego que Patricio, mecánico, fuera víctima de un robo a punta de pistola. En otra ocasión incluso, unos delincuentes en moto lo persiguieron para asaltarlo y terminó chocando.
Kelly, que corre con una Kalex del American Racing Team, llegó a Termas para disputar su tercera carrera del certamen mundial y antes de la acción en pista se reencontró con su familia argentina, a la que no veía desde hacía 10 años. "Es interesante poder correr con la bandera americana, pero con mucha, mucha sangre argentina. Estoy muy contento de estar acá, en mi primera vez aquí", expresó. El joven piloto habla un perfecto castellano y conoce largamente las tradiciones criollas, dado que sus padres lo criaron procurando mantener los lazos familiares con sus orígenes, más allá de estar radicados en Miami.
"Empecé a correr cuando tenía cinco años porque quería probar desde chiquito. Todo comenzó como un hobby, desde los cinco, seis años a los 11 años corrí en el este de Estados Unidos y conseguí 10 campeonato hasta esa edad", recordó Kelly, que agregó: "Todo se puso un poco más serio en 2015, cuando corrí el campeonato mexicano de KTM y lo gané con 12 años; por una cuestión de edad, tuve que correr en aquel momento en México, en lugar de Estados Unidos".
Fue entonces cuando tomó contacto por primera vez con un circuito del calendario mundial, ya que su éxito en México le abrió las puertas para competir en 2015 en Inglaterra. "KTM 390 ese año hizo un campeonato por todo el mundo y llevaron a los mejores a una final en Silverstone. Como yo había salido campeón en México, me llevaron a mí, pero tuve que representar a la bandera mexicana, siendo americano, con padres argentinos, nombre irlandés y corriendo en Inglaterra, todo una mezcla", expresó.
"Ése fue mi primer boom, porque gané mi primera carrera -en ese circuito internacional- y esto me ayudó bastante, porque solo dos semanas después fui a hacer la selección de la Red Bull Rookies Cup, que es un campeonato de juniors que acompaña a MotoGP en las carreras europeas", continuó Kelly, que en esa ocasión fue seleccionado para competir en esa categoría entre apenas nueve pilotos. "Fue un sueño para mí, tenía 12 o 13 años", expresó.
De todos modos, aquel espectacular logro deportivo a tan corta edad supuso, al mismo tiempo, una revolución para la familia del piloto, que tuvo que "dejar literalmente todo" para mudarse a España, la casa, los autos y también los trabajos de Patricio y Andrea. "Fue un sacrificio enorme y un riesgo muy grande, porque te puede elegir para otro año o te pueden mandar para casa al término de cada campeonato y eso te lo dicen en la última fecha del año", agregó Kelly.
El joven estadounidense compitió tres temporadas en esa categoría, desde 2016 hasta 2018, aunque sin conseguir los resultados esperados. Sin embargo, destacó que tuvo "carreras muy buenas, muy peleadas con pilotos que ahora están en MotoGP". Fue entonces cuando regresó a Estados Unidos, en 2019, para participar en el MotoAmerica Supersport con una Suzuki de 600 centímetros cúbicos de cilindrada y en 2021 cumplió otro sueño, ser campeón en el país norteamericano.
Tras coronarse en esa categoría estadounidense, a Kelly le llegó una oferta para sumarse al American Racing Team de Moto2. "No dudamos en firmar por dos años y acá estamos, en el mundial", enfatizó. "Ésta es una semana muy especial para mí, pude volver después de 10 años a estar en Argentina, tengo a toda mi familia acá y me vine unos días más temprano para aprovechar y verlos a todos", comentó.
En Termas, Kelly quedó maravillado por la respuesta del público, que acompañó en gran número a los astros del motociclismo mundial durante el fin de semana de actividad en pista: "Ver todo lleno fue algo increíble", manifestó. "Me encanta la pista, la trazada que tiene, las curvas. Es lo más rápido que he ido arriba de una moto, vas en cuarta a fondo, derrapando la moto; la verdad, se disfruta mucho", agregó sobre las cualidades del circuito local. Aquí, compitió incluso con una pequeña bandera argentina estampada en su moto número 4 -más allá de que originalmente pretendía lucir el 40, ya asignado a otro corredor de Moto2-.
Finalmente, dejó en claro cuáles son sus aspiraciones a partir de esta temporada, en la debutó codeándose con la élite. "La idea es ser campeón del mundo de MotoGP, a eso apunto. Hay que apuntar a lo más alto. Es el sueño más grande que tengo desde los cinco años y bueno, hay que ir paso a paso; tengo 19 años, hay aprovechar el tiempo, pero tampoco quemarme la cabeza", sostuvo. Y completó el relato de su imperdible historia diciendo: "Sé que tengo lo que se necesita para estar adelante; hay que ir con calma y sé que en algún momento vamos a llegar". Su primera experiencia en Termas, sin embargo, lejos estuvo de ser la soñada, ya que se cayó en la primera vuelta de la competencia y debió abandonar.