El ídolo de Newell´s, Maximiliano Rodríguez, se emocionó apenas saltó al campo de juego, tras recibir una enorme ovación del público presente y agradeció a los más de 40 mil hinchas, sus amigos y familia.  

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“Muchas gracias a todos por estar esta noche presentes. Gracias por hacerme este regalo. Quiero que sea una noche soñada, inolvidable para mí. Vivirlo con todos mis amigos, que hicieron un esfuerzo enorme para estar. La verdad es un día inolvidable”, expresó. Automáticamente, agregó: No voy a hablar para no llorar. Quiero disfrutar esta fiesta con mis amigos y familia. Quiero que sea una fiesta de todos”.

Y de fondo se escuchaba en cada rincón del Coloso: “Este es el famoso Maxi que volvió a la Lepra para ser campeón”, alentaba el público leproso y el ex jugador se vio muy emocionado por el recibimiento.

Además de la ovación rosarina, Maxi recibió varios obsequios: Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, le regaló unos botines personalizados; Claudio Chiqui Tapia, mandamás de AFA, le entregó una plaqueta conmemorativa; al igual que Ignacio Astore, quien además le dio una camiseta de Newell’s que será parte de su gran colección.

Además, un gran detalle de la organización: a los 11 minutos del primer tiempo se apagaron las luces del Coloso y brilló su mítico dorsal en la oscuridad.