La dualidad de Julio Velasco: argentino en Italia y su visión sobre los himnos nacionales
El platense revivió su etapa como futbolista y explicó los motivos por los cuales decidió no cantar el himno de Italia. “No pienso cantarlo nunca porque creo que el himno es uno solo”, sentenció Julio Velasco.
El entrenador argentino de voleibol Julio Velasco reveló impactantes detalles sobre su vida deportiva y las costumbres que implementó cuando dirigió a la Selección de Italia.
“Mi pasión era el fútbol. Yo siempre digo que los voleibolistas somos jugadores de fútbol frustrados, hubiéramos querido jugar al fútbol y no nos dio.. (risas)”, explicó Julio Velasco en la nota.
El integrante del cuerpo técnico del combinado italiano y argentino contó que jugó hasta “la pre-novena de Estudiantes” y “cuando fui ahí me di cuenta que había mejores”.
Velasco manifestó una particularidad muy graciosa: “en un equipo de varones de vóley, el mejor regalo que les podés hacer es un fulbito antes del entrenamiento. Decís le quiero hacer un regalo, hoy jay fútbol 15 minutos antes de empezar el entrenamiento. Les encanta a todos, es rarísimo que alguno no le guste”.
En la mitad del dialogo, el referente del cuerpo técnico de la Selección de Italia manifestó que cuando disputaba un encuentro frente a Argentina le costaba mucho en el momento que sonaba el himno nacional porque “cuando tocan el himno del otro equipo es el de uno”.
“Yo nunca cante el himno italiano y no pienso cantarlo nunca porque creo que el himno es uno solo. Yo me siento italiano porque hace 40 años que vivo en Italia, pero el himno no. Me han criticado por eso, pero yo creo que no corresponde, no lo siento”, reveló Julio Velasco.
En el final de la entrevista, el platense continuó con su planteo sobre porque es tan importante el himno nacional y cerró con un análisis muy profundo: “la Argentina es como mi mamá, tendrá defectos, pero es la mía. Italia es como mi esposa, es la mujer con la que quiero vivir. a quien queres más a tu mamá o a tu esposa (preguntó Julio Velasco), es una pregunta imposible de responder. Para que meterse en quilombo (risas)”.