La defensa de Vigliano tras el clásico de Avellaneda: "Fue un error gravitante, pero no tiene nada que ver con la política"
El árbitro de la polémica victoria de Racing sobre Independiente, reconoció que no debió haber sancionado el penal para Racing que le dio el triunfo contra Independiente.
El árbitro platense Mauro Vigliano, que quedó en el centro de la polémica por sancionar un penal inexistente a favor de Racing con el que venció a Independiente en el clásico de Avellaneda, reconoció este lunes su error "gravitante" y remarcó que no hubo "nada más", ante las críticas de la dirigencia del "Rojo" y su supuesto vínculo con una razón política.
"No hay palabras para describir, solo los árbitros sabemos lo que nos pasa en este tipo de situaciones. No es fácil ponerlo en palabras. El árbitro es el primero que no quiere tener inconvenientes ni errores gravitantes en un partido, como el que evidentemente tuve el sábado. Pero no hay nada más que eso, no tiene nada que ver con la política", aseguró Vigliano. Y agregó: "Es muy doloroso, entiendo al jugador, al hincha, al mundo que se siente perjudicado por la decisión, lo que el común de la gente no sabe es el dolor que nos genera también a nosotros".
Vigliano, en declaraciones a TyC Sports, aceptó la sanción que anunció el director arbitral de AFA, Federico Beligoy, que lo frenará por una fecha a partir del error en la sanción del penal, que luego convirtió Enzo Copetti para darle la victoria a Racing sobre Independiente.
"Respeto absolutamente todas las decisiones de Beligoy, él tiene en su cargo las herramientas de actuar como lo crea conveniente. En esta situación en la que no hay mucho que analizar, tiene en sus manos eso. Hablé con él, tuvo la deferencia de llamarme, lo comprendo absolutamente", sostuvo.
Sobre la acción puntual que derivó en la sanción, Vigliano explicó: "Es una situación en la que se decide en una fracción de segundo, en un solo plano, a una determinada velocidad sobre una acción".
"Las imágenes son elocuentes, no voy a salir a decir ´fijate el brazo´, pero en el campo lo vi suficiente para sancionar penal. Todos sabemos que se cobran a veces cosas que no tienen entidad. Yo en el momento vi falta, cosa que no vi reflejado en las imágenes después", completó.
"Uno quiere devolver la confianza a quienes la ponen en uno, como Federico Beligoy -cabeza del arbitraje-, y lógicamente a la AFA, que es la que me permite hacer éste trabajo", se sinceró.
Vigliano también aseguró que se dio cuenta de su error al retornar a su vestuario, aunque reconoció que los reclamos de los jugadores, muchas veces, le hacen generar la duda sobre ese tipo de sanciones.
"Estamos acostumbrados al reclamo del jugador, a veces nos damos cuenta que es genuino y que podemos percibir, y entra la duda, porque pueden tener razón, y a veces no. En este partido, para los jugadores de Independiente, también tenía mucho peso por ser el último minuto, un partido especial, también podía venir por ese lado la protesta, pero yo estaba convencido que era penal", recordó sobre el momento.
"En el vestuario, automáticamente me empezar a llegar mensajes de gente que me quiere, donde me hablaban del error. No tenía buena señal para volver a verla y al final pudimos. En ese momento, querés que te coma la tierra, salir a pedir disculpas, las situaciones que siguen a eso, no vale la pena profundizar sobre eso, pero sí empezás a buscar y preguntarte cómo no pude ver mejor, por qué no me ubiqué mejor, algo que me desconcentró", planteó.
Por último, sin querer ahondar en otras jugadas puntuales o que generaron polémica, deseó que el mediocampista de Independiente Lucas "Saltita" González pueda recuperarse lo antes posibles tras el golpe en la cabeza que sufrió en un choque con el defensor Joaquín Novillo, la que calificó como una "acción fortuita".
"Fue una acción fortuita, muy desafortunada, los dos fueron a disputar el balón, se da muchísimo en el fútbol y nunca es una acción deliberada o de tarjeta. El reglamento está poniendo cuestiones piloto de un cambio más por conmoción cerebral. Nadie quiere golpear cabeza con cabeza. Si tuviese un atisbo de intencionalidad, sería casi criminal", cerró.