Armando Flores Ledesma es un mexicano de 50 años y vive en la Argentina desde hace 14. Es ingeniero en sistemas, hincha de Boca Juniors y del América, y es el tesorero de la asociación México en Argentina (MENAR). La organización es la única en el país legalmente constituida y que nuclea -desde el 2013, año de su fundación- a cientos de residentes aztecas en suelo nacional. 

La “necesidad” fue el puntapié inicial para la conformación de MENAR, que tiene como objetivo central la difusión cultural de México. Para Flores, su país de origen “es mucho más que el Chavo del 8”. Si bien él no fue uno de los miembros fundadores, remarcó que, antes de la conformación de la entidad, los intentos por institucionalizar una sociedad civil quedaban en el aire y destacó que los grupos de Facebook fueron las semillas para la conformación de la agrupación. 

Su sede se ubica en la ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el barrio de Constitución. Si bien no tienen otras dependencias en el interior, sí cuentan con socios a lo largo y ancho del país. Además, MENAR participa de forma activa con otras 20 colectividades mexicanas. Su objetivo para el 2023 es conformar una academia de baile y profundizar el arraigo de fechas claves, como el Día de los Muertos. 

De cara al partido del sábado contra la Selección Argentina, Armando se mostró cauteloso y afirmó que la derrota de la albiceleste ante Arabia Saudita potenciará al equipo de Lionel Scaloni por la sencilla razón de tener que conseguir una victoria. El encuentro contiene una gran carga emocional por otros cruces similares, que terminaron con el conjunto nacional eliminando a México.  

El golazo de Maxi Rodríguez con el que la Argentina dejó afuera a México en el Mundial de Alemania 2006.                         NA: archivo

El traspié del equipo argentino ante los árabes transformó un partido más de una fase de grupos -entre dos viejos conocidos- a uno que podrá definir el futuro de ambos en Qatar. Flores expresó su descontento con el funcionamiento de su selección y apuntó contra el director técnico Gerardo “Tata” Martino, que dirigió también a la Argentina y que se podría convertir en su verdugo. 

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Una parte importante de los residentes mexicanos se reunirán en La Fábrica del Taco, en el barrio de Palermo. Se trata de un espacio que cuenta con la recomendación de la embajada de México. “Activamos promos, disfrutamos de la pasión y diversión al compartir con nuestros paisanos y paisanas y, también aprovechamos la posibilidad de crear nuevos amigos y sobre todo compartir con quién guste de nuestra cultura sabrosa”, comentó Magalí, encargada de Marketing del lugar. 

Sin embargo, no será el único lugar que albergará a la comunidad mexicana en Buenos Aires: La Huichula, en Parque Chas, también propone ser un lugar de encuentro. A diferencia de La Fábrica, ofrece un amplio menú con gastronomía típica de México. En cualquiera de los dos espacios encontrarán propuestas para quien pretenda disfrutar de un ambiente orientado a la cultura Azteca. 

El conflicto entre los hinchas en Qatar

El miércoles pasado, simpatizantes de ambas selecciones protagonizaron una batalla campal en las calles de Doha. Los incidentes se registraron en las afueras del Estadio Al Thumama. También, en un bar de la zona también se produjeron otros enfrentamientos con varios heridos. Todo comenzó con insultos aislados que concluyeron con golpes ante la atenta mirada de transeúntes que capturaron el momento. 

La hinchada mexicana es una de las más numerosas en Qatar                                                                                          FOTO: NA

Cómo nació la relación bilateral de la Argentina y México, que este año cumple 134 años

El inicio de las relaciones diplomáticas entre la Argentina y México se remontan al 20 de diciembre de 1888, día en el que Don Ramón Mendoza fue acreditado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Argentina ante el gobierno de México. Sin embargo, los registros de intercambios entre los países son previos a la independencia de ambos. 

Las primeras aproximaciones diplomáticas fueron a comienzos del siglo XIX cuando todavía había una clara prevalencia de la colonia española. En 1818, el movimiento insurgente de México, que inició Don Miguel Hidalgo y Costilla, designó a Simón Tadeo Ortiz como lazo con las Provincias Unidas del Sur (nombre que recibió el Virreinato, luego de la Revolución de Mayo). El objetivo principal era concertar y consolidar una unidad de defensa en vistas a la independencia.

Ya con la consolidación de ambos Estados, en 1880 la Argentina acreditó a su primer Cónsul en México y en 1888 a Ramón Mendoza como primer representante con rango diplomático. Mientras que en 1891 Juan Sánchez Azcona fue el primer enviado en calidad de Ministro Plenipotenciario de México en Argentina. 

Para 1927, el avance institucional avanzó aún más: ambos elevaron sus representaciones diplomáticas al rango de Embajadas. Por lo que el filósofo y escritor Alfonso Reyes (cargo que desempeñó en dos oportunidades 1927-1930 y 1936-1937) fue designado como el primer embajador de México residente en el país. Por su parte, la Argentina nombró a Juan Lagos Mármol (de 1928 a 1930) como el primer embajador en tierra Azteca.