Joan Laporta fue elegido hoy nuevamente presidente de Barcelona, con el 60 por ciento de los votos sufragados, en unas elecciones que se dieron luego del escándalo con la anterior Junta Directiva y que por primera vez tuvo a Lionel Messi entre los sufragantes. Laporta, quien ya fue presidente del club culé, logró el 57,69 por ciento, y superó a Víctor Font (31,11%) y Toni Freixa (10,01%), tras escrutarse el 77% de las mesas.

El directivo ejerció el cargo de presidente entre 2003 y 2010, período en el que el club conquistó tres Champions League, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes, cuatro Supercopa de España, una Copa del Rey y cinco Ligas.

El triunfo de Laporta es un buen augurio para la continuidad de Messi en el club, prioridad para las alicaídas arcas del club de la Ciudad Condal.

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Estas elecciones, que se dieron luego del escándalo del "Barsagate" por el cual había sido detenido Josep María Bartomeu, tuvo por primera vez la participación de Lionel Messi como sufragante.

La "Pulga" rosarina llegó acompañado por Thiago, su hijo mayor, con el tapabocas y cumpliendo el distanciamiento social recomendado por la situación sanitaria.

Messi presentó su ticket como socio del club, charló con las autoridades de mesa y, junto a su hijo, colocó el sobre con la elección dentro de la urna de votación.

El capitán del Barcelona, de 33 años, debió elegir entre Joan Laporta, Toni Freixa y Víctor Font, los tres candidatos a suceder a Josep Maria Bartomeu, quien renunció el 27 de octubre y pasó una noche detenido el lunes pasado, para luego ser liberado con cargos, acusado por un delito de administración desleal y otro de corrupción entre particulares.

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El caso denominado "BarcaGate" investiga la presunta contratación de una empresa por parte del club para llevar a cabo una campaña de desprestigio de personas y entidades no afines a la junta directiva de Bartomeu, incluidos varios jugadores del primer equipo, como Messi y Gerard Piqué, y sus familias.

Messi, en agosto de 2020, envió un burofax para reclamar la libertad de acción ante su negativa a renovar el contrato que vence el 30 de junio próximo, aunque no pudo hacerlo porque su cláusula de recisión alcanzaba los 700 millones de euros.

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