Ídolos
Paolo Guerrero es un cotizado futbolista peruano. Y en los últimos tiempos hubo negociaciones (infructuosas finalmente) para que fuera al club de la ribera.
Román, ahora en su rol de dirigente, encabezaba los cónclaves, relata todo el informante Mani, no sabemos si "infiltrado" con datos por monjes de la zona del Bajo de Flores, territorios del que quiso y no pudo ser presidente.
Se llevaron a cabo varias reuniones con los representantes argentinos del incaico.
Uno, es un ídolo, campeón del mundo, ex Independiente, Mariano Pernía.
Argentino pero campeón del mundo con España por doble nacionalidad, vale aclararlo.
En el fragor de la charla, un representante le dijo al crack ya retirado: "Tratemos de ponernos de acuerdo con los números. Sería un golpe que un jugador así viniera a este club".
Pero... o le tocaron el ego al Enganche Melancólico (así denominado en los geniales artículos de Hugo Asch), o aquel no le da mucho valor a quien iba a ser potencial refuerzo.
Quien palmeó al representante y le dijo... "Acá, la gente quería que volviera yo a jugar".