A casi una semana del video que el futbolista checo Jakub Jankto publicó en redes para anunciar que era homosexual, el arco de comentarios, repudios y opiniones no paró de aumentar.

Jakob Jankto es el primer futbolista internacional masculino en anunciar que es gay, una elección que no debería por qué entorpecer absolutamente nada dentro (ni fuera) de la cancha. Sin embargo, el universo futbolero, al día de hoy, sigue siendo uno de los espacios de construcción de masculinidad hegemónica más difíciles de derribar. Queda en evidencia que, los jugadores de futbol se ven condicionados para expresarse libremente de acuerdo a su orientación sexual. ¿El gran temor? Ser cancelados, criticados duramente y, en el peor de los casos, perder su trabajo.

Cada 19 de febrero se conmemora el Día Internacional contra la homofobia en el fútbol, en recuerdo de Justin Fashanu, que en 1990 se convirtió en el primer futbolista reconocido en hablar públicamente de su homosexualidad. Terminó suicidándose en 1998.

En este marco, NA dialogó con Javier Elena, experto en comunicación con perspectiva de género miembro de la organización GROW, acerca del fútbol como espacio de construcción de masculinidad hegemónica y del riesgo –y el maltrato- que todavía reciben los jugadores que deciden anunciar su orientación sexual contraria a la heteronorma.

La declaración de Jakob Jankto

“Ya no quiero esconderme”, es la frase que utilizó el futbolista checo para resaltar la potencia de su declaración, tanto para su vida personal como para el mundo del fútbol.

En el video decía lo siguiente: “Como todos los demás, tengo mis fortalezas, tengo mis debilidades, tengo una familia, tengo a mis amigos, tengo un trabajo que lo he estado haciendo lo mejor que puedo durante años, con seriedad, profesionalismo y pasión”.

Para finalizar, el futbolista agregaba: “Como todos los demás. Yo también quiero vivir mi vida en libertad. Sin miedos. Sin prejuicios. Sin violencia. PERO con amor”.

Homofobia en el fútbol: por qué los jugadores temen decirlo públicamente

Casos de jugadores gay que fueron atacados

Uno de los casos más importantes –y tristes- fue el del jugador norteamericano David Testo, que luego de anunciar que era gay hacia fines de 2021, no consiguió club para volver a jugar. Testo dijo en ese momento que en el ambiente del fútbol hay más homosexuales de lo que muchos creen. "Estos chicos existen y están ahí fuera, y es frustrante para mí que no salgan", publicó.

Otro caso tristemente reconocido es el de Thomas Berling, un jugador noruego que se retiró muy rápido del futbol y que, al poco tiempo de su decisión, deslizó que era por la homofobia en el fútbol.

En nuestro país, el jugador Nicolás Fernández se convirtió en el primer futbolista argentino en reconocer públicamente que es gay. Lo hizo a principios de 2020, cuando era jugador del Club General Belgrano, representante de la Liga Cultural de La Pampa. En ese momento, reveló su condición sexual con el objetivo de vivir más en paz con él mismo, sin ocultar su homosexualidad, pero ocurrió lo contrario. Durante meses fue atacado por insultos homofóbicos por parte de los hinchas.

En septiembre del 2022 la gota derramó el vaso: el futbolista que actualmente juega en Huracán de Pellegrini denunció públicamente que fue agredido verbalmente por un rival. “Durante casi los 90 minutos viví una situación de constante hostigamiento por parte de uno de los jugadores del equipo rival. En reiteradas oportunidades recibí insultos y agravios homofóbicos que hacían referencia a mi orientación sexual, la cual es de público conocimiento”, dijo Fernández a través de una carta que se viralizó en redes.

Construcción de masculinidades homofóbicas

-¿Por qué a los futbolistas les cuesta hablar sobre su condición homosexual?

-El fútbol se construye en el marco de un espacio cerrado y machista donde se sigue sosteniendo como prototipo de futbolista una idea de masculinidad que resalta ciertas características de varón hegemónico (masculinidad dominante) donde la fuerza, la heterosexualidad, y la vinculación con "el héroe que deja todo en la cancha", no se corresponde con la homosexualidad. Y esto se sostiene desde las representaciones en la cancha, desde el periodismo y desde las hinchadas. Si repasas un cancionero de cualquier hinchada, las referencias a la homofobia son constantes.

Esta imposibilidad que tiene los jugadores respecto hablar sobre su orientación sexual ocurre en todo el mundo. Y esto hace que los jugadores no se animen a decirlo públicamente. Realmente no hay libertad para decirlo salvo algunas excepciones.

Homofobia en el fútbol: por qué los jugadores temen decirlo públicamente

A las pocas horas de la viralización del video, Jorge Valdano, jugador argentino y campeón del mundo en México ’86, no solo apoyó al jugador checo, sino que tildó de avergonzante para el fútbol que una declaración de este tipo tenga que ser asumida como “un acto de valentía”.

Que esta declaración tenga que ser un acto de valentía me parece denigrante para el futbol y nos tendría que avergonzar a todos en el fútbol. Me saco el sombrero”, declaró. Al mismo tiempo, consideró que “las mujeres nos han dado una auténtica lección: llegaron al futbol mucho más desprejuiciadas que nosotros e hicieron un ejercicio de libertad desde el primer día”.

-En relación a las declaraciones de Valdano sobre el video del jugador checo, ¿qué reflexión podrías aportar?

-En primero lugar, quiero decir que coincido con lo que dice Valdano. El video es muy ejemplificador y aleccionador: recién al final dice que es homosexual luego de una serie de "demostraciones"; durante el minuto previo de duración habla con solemnidad de su profesionalismo, del amor y de su familia, casi como si estuviese justificándose por ser gay. Algo que debería ser tomado con más naturalidad (que en muchos espacios de la sociedad ya está siendo aceptado o naturalizado) en el fútbol, como en otros sectores tradicionales, la homosexualidad todavía no tiene lugar.

En relación al fútbol femenino, considero que éste llega enmarcado en un contexto de lucha, y por eso es inevitable que las reivindicaciones que están en su agenda, como es la lucha por la libertad sexual, los derechos de las personas homosexuales y de las personas trans, acompañen. Por esto, creo que el fútbol femenino no es que llega más desprejuiciado, sin que viene con una agenda de reivindicaciones por ampliación de derechos y forma parte de lo que es el fútbol femenino como un derecho.