Héroes del anonimato: el predio Tita Mattiussi cumple 20 años
El predio donde juegan las divisiones inferiores de Racing es único en el mundo: lo construyeron sus hinchas.
"¿Qué título pensaría para estos 20 años del predio? Héroes en el anonimato". La reflexión y el título corresponden a Marcelo Betbesé, más conocido en Racing como "Marcelo Stone", hoy radicado en Barcelona, lejos de su lugar en el mundo: el predio Tita Mattiussi, lugar que ayudó a construir junto a un grupo de socios, con sueños que nadie creía que se iban cumplir.
El predio Tita Mattiussi celebra hoy 20 años de su inauguración: "Único en el mundo. Hecho por su gente", fue el eslogan que un grupo de simpatizantes eligió el año pasado en un acto de reconocimiento para los que ayudaron a lograr algo que en esos tiempos parecía imposible, la construcción desde las cenizas de un predio deportivo.
El predio Tita Mattiussi no solo fue y es un lugar para que se entrenen, se formen y jueguen las divisiones inferiores de "La Academia", el predio Tita Mattiussi fue el centro de resistencia contra la quiebra, la privatización, el gerenciamiento y el vaciamiento del club.
Por el Tita Mattiussi pasaron en estos 20 años cientos de jugadores, como Lisandro López, Lautaro Martínez, Rodrigo De Paul, Luciano Vietto, Juan Musso, Sergio Romero, Maxi Moralez, Gabriel Mercado, Matías Zaracho, los hermanos Zuculini, Ricardo Centurión, entre tantos verdaderos "cracks" que surgieron de las divisiones inferiores de Racing.
Tantos años de lucha llegaron hace poco a su fin, cuando el presidente del club, Víctor Blanco, consiguió que las escrituras de esos terrenos sean definitivamente de Racing.
¿Qué nombres no pueden faltar en la historia inicial del predio? Muchos, los que estuvieron en ese tiempo destacan a Rodolfo "Peti" Dominguez, Luis Otero, Marcelo Betbesé, Sebastián Bonino, Roberto Cousillas, Leonardo "Manguera" Tarrío, Daniela Dadamo, Clemente Bourgarel, Flavio Nardini, el cura Juan Gabriel Arias, Rodolfo Molina, Miguel Gomís, Juan Pablo "Guampa" Damelio, la mayoría de los integrantes de los "Racing Stones" de ese tiempo, Roberto Mazlat y Carlos Carballo.
También Gustavo Costas, quien usaba una gorra con la marca de un supermercado y donaba todo lo que cobraba al predio, Fernando Quiroz, Guillermo Andino, Diego Capusotto, más voluntarios, filiales, y tantos nombres que sin pedir nada a cambio hicieron algo tan grande.
Hugo Lamadrid y Ramón "Mencho" Medina Bello, además de trabajar y colaborar siempre, dirigieron la primera escuelita de fútbol del predio.
También "los fundadores" marcan como valuarte a un grupo de mujeres (Tita y Sabrina Gasparini y Vero Lombardi, entre otras), que se pusieron el predio al hombro y mantuvieron algo clave para los ingresos diarios como lo fue el buffet.
Durante años el dueño de la empresa Blanquiceleste, Fernando Marín, persiguió a quiénes fueron en búsqueda de un sueño. El gerenciador tuvo apoyo de muchos pero no logró doblegarlos pese a las acusaciones de "locos" u "ocupas" como calificaban en este tiempo a esos hinchas que, en realidad, si eran "locos" pero por Racing.