La Sal del Deporte - Por El Implacable

Veloz como su papá, porque lo que se hereda no se compra, Alex Caniggia pudo ser futbolista como Claudio Paul, pero el sueño de papá no pudo ser y el muchacho salió como se lo ve y oye cada vez que aparece en la televisión.

Ocurrente e histriónico. Así fue siempre y de eso da fe quien fuera el director técnico del equipo para el que jugó un tiempo.

Claudio Paul se retiraba, la familia fue a vivir a la Costa del Sol de España y Alexander Dimitri andaba por los 11 años, tantos como su hermana melliza Charlotte Chantal, otro
personaje televisivo de estos días.

Los hermanitos pateaban la pelota, historiaba días pasados un medio local, Infobae.com

"El Pájaro", tal el apodo de Claudio Paul, conoció a Lars Funes, un argentino instalado en Europa.

Trabajaba en la comisión de deportes de Marbella y tenía su escuela de fútbol.

A esos campus que organizaba y dirigía Funes, comenzó a asistir Alex.

La idea era que el nene se entrenara un poco y la pasara bien con chicos de su edad.

Ya corría en kartings, otra de las actividades que más le llamaba la atención, sigue la crónica del medio ya mencionado.

Alex cumplió 17 años y decidió formar parte de un equipo de fútbol oficial.

El Atlético de Marbella Juvenil era dirigido por Funes.

Según las estadísticas de la web lapreferente.com (que informa sobre todo el fútbol amateur de España), el hijo de Caniggia jugó ocho partidos oficiales en la temporada 2010/11.

Salió como titular en tres ocasiones. 

No hay registro de que haya convertido.

No hay videos de juego en los que se lo pueda apreciar un buen rato.

El que mejor sabe cómo jugaba Alex Caniggia es Lars Funes, apunta el autor de la nota original.

El hombre permanece en la Costa del Sol y guarda un lindo recuerdo de aquella época, cuenta.

"Alex tenía una condición similar a su padre. Era muy rápido y además le pegaba bien a la pelota. Esa de 2010/11 fue su última experiencia en el fútbol. Yo lo fiché para jugar en la
Liga de Málaga. Lo ponía de wing, de extremo, como dicen acá.

Lo ubicaba por derecha o por izquierda, aunque a veces se chocaba con los paredones", dice Funes y suelta una risa.

Y recuerda que Alex era responsable como jugador: "Se entrenaba y era constante. Jugaba bien, tenía cositas, pero conmigo alternaba. Jugaba de vez en cuando. No me importaba mi relación con Claudio. Jugaba el que mejor estaba. Pero él jugaba, sí. Tengo un gran recuerdo de Ani, como le decíamos.

Así lo llamaban en su casa desde chiquito, Ani", revela Funes.

También cuenta que El Cani lo acompañaba a Alex pero no quería que lo reconocieran.

"Era de los padres exigentes. El quería que su hijo la rompiera", dice. Y señala que el otro hermano, Axel, también concurrió alguna vez.

Las canchas en las que Alex Caniggia trató de imponer la velocidad que valora Funes eran de césped artificial y algunas de tierra.

Pero más allá de lo futbolístico, ¿cómo era aquel Alex Caniggia que jugaba al fútbol entre sus 17 y 18 años?

"Él era un chico bárbaro, uno más del grupo porque tenía los códigos de los chicos de acá, tal como un europeo más. Ani es como se lo ve en la televisión, igual. No es que tiene una postura, es así: divertido y cachondo. Siempre fue así. Un hincha pelotas terrible", testimonia.

En cuanto a su aspecto: "Al principio tenía unos rulos bárbaros, unos rizos muy llamativos. Un día se los sacó y lo puteé", comenta su ex entrenador.

Y en la memoria del DT también quedó la de una asistencia de Alex: desborde y centro, que permitió el gol de un compañero con el que se logró empatar un partido.