Lionel Messi llegó a la ceremonia del Balón de Oro en París pocos minutos antes de que comience. Bajó de un limusina junto a Antonella Roccuzzo y sus tres hijos, Mateo, Thiago y Ciro. Mientras ella lucía un escotado y exclusivo vestido dorado, el capitán argentino y los niños sobresalieron por estar vestidos iguales con un smoking con brillos y moño.

Su llegada desmadró al público que hasta ese momento se mantenía tranquilo detrás de las vallas. Los Messi atravesaron la alfombra roja y el 10 argentino no hizo declaraciones. Los niños tenían en su rostro una mezcla de emoción con susto debido a los gritos de los fanáticos y la desesperación de los fotógrafos por poder retratarlos.