El tenista argentino Francisco Cerúndolo, número 30 en el ranking mundial de la ATP, avanzó este miércoles a la tercera ronda del Abierto de Australia tras vencer al francés Corentin Moutet (51) por 3-6, 6-4, 6-2 y 7-5.

El porteño, de 24 años, logró el pase a la próxima instancia tras un encuentro que duró tres horas y 11 minutos y estiró su buen presente tras su debut triunfal ante su compatriota Guido Pella, en sets corridos.

En la próxima instancia enfrentará al canadiense Félix Auger-Aliassime (7), quien tuvo que batallar durante tres horas y dos minutos para poder avanzar ante el eslovaco Alex Molcan y superarlo por 3-6, 3-6, 6-3, 6-2 y 6-2.

LEE: A un mes de Argentina campeón del mundo, el fútbol es un deporte un poco más justo

Por otra parte, quien se despidió de la competencia fue el español Rafael Nadal al sufrir una lesión ante el estadounidense Mackenzie McDonald, número 65 de la ATP. Tras la derrota dijo que no podía negar que estaba "destruido mentalmente" por sufrir una nueva molestia física, ahora en la cadera.

"No quería retirarme, aunque llegué a considerarlo. Lo que intentaba era jugar sin agravar la lesión. No podía golpear el revés ni correr. Intenté acabar el partido por todos los medios", explicó en conferencia de prensa. "Es frustrante y difícil de aceptar", señaló Nadal, que defendía el título ganado en 2022 y que descenderá del segundo al sexto puesto de la clasificación mundial.

"A veces uno se cansa de tantas lesiones. Es un momento difícil y toca aceptarlo. Espero que no sea nada grave ni que me saque de las pistas mucho tiempo, porque sería complicado pasar otra vez por el trabajo y el tiempo necesarios para la recuperación. No puedo decir que no esté destruido mentalmente. Ya he pasado por eso muchas veces y no es fácil", subrayó, cabizbajo. El español, primer cabeza de serie del torneo, perdió por 6-4, 6-4 y 7-5 tras dos horas y media de juego.

LEE: El mensaje de Messi a un mes del título Mundial de Qatar 2022: "Gracias Dios por tanto"

Posteriormente, aludió después a "unos problemillas en la cadera" que padece "desde hace años". En los últimos días había sentido molestias. "No es un problema por el que no haya podido jugar en el pasado. No sé si es articular o muscular. Toca hacerse una resonancia y ver qué ha pasado", indicó.

Nadal comentó respecto a su estado que "el vaso se va llenando y llega un momento en el que el agua puede salirse". Igualmente remarcó: "Me dolió más cuando me retiré en semifinales de Wimbledon, porque podía ganarlo. Aquí solo estaba en segunda ronda".

Además dijo que insistió en que lo había "intentado hasta el final" porque no sabía si podría "ganar el partido y tener opciones". Al final del primer set encontró "mejores sensaciones", pero su rival jugó "de forma brillante", afirmó.

Nadal recordó que en los tres últimos Grand Slams le sucedió alguna circunstancia adversa: "No podemos engañarnos con un discurso optimista. Yo quiero seguir jugando al tenis, pero mis sensaciones son malas. Es muy difícil coger la forma si se tienen continuamente parones".

"Necesito evitar que el tiempo fuera de la pista sea largo. He pasado siete meses casi sin jugar y no puedo estar otra vez mucho tiempo fuera. Sería difícil encontrar el ritmo y volver a ser competitivo", reconoció el ganar de 22 Grand Slams.