La llama olímpica fue encendida en la ciudad de Olimpia, cuando restan 133 días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, en una ceremonia vedada al público por la pandemia de coronavirus.

El escenario donde se enciende la llama votiva es donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la Antigüedad en el año 776 A.C.

Esta vez, solamente se presentaron 100 invitados del Comité Olímpico Internacional y del Comité Organizador de los próximos Juegos Olímpicos.

Toshiaki Endo -vicepresidente del Comité Organizador de los Juegos- y Thomas Bach, fueron los oradores.

En el comienzo de la representación, la Suma Sacerdotisa de la Diosa Hera caminó por el templo e invocó a Apolo, pidiéndole "silencio sagrado" y "cielos despejados" para que la llama pudiera encenderse por los rayos del sol, con la ayuda de un espejo parabólico que actuó como una gran lupa.