El Abierto de los Estados Unidos de tenis, última Grand Slam de la temporada, se jugará a puertas cerradas en Nueva York pero en las fechas previstas originalmente, del 31 de agosto al 13 de septiembre.

"La USTA tomará precauciones extraordinarias para proteger a los jugadores y al personal, incluidas pruebas rigurosas, limpieza adicional, espacio adicional en los vestuarios y alojamiento y transporte dedicados", anunció Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York.

La ciudad estadounidense fue una de las más afectadas en el mundo por el coronavirus, e incluso el Centro Nacional de Tenis "Billie Jean King" fue utilizado como hospital de campaña.