Estaba por terminar la primera parte del partido entre Argentina y Brasil en San Juan. No pasaba mucho y la pelota recorría la mitad la cancha. Entonces la recibió Di María pegado a la raya, Vinicius intentó sacársela y entonces fue cuando Angelito pisó la pelota y le tiró un caño hermoso, casi como aquél de Riquelme a Yepes, y se ganó la ovación del público.

Pero el brasileño tuvo su venganza. No fue contra Di María, pero el que la pagó fue Nahuel Molina. A los 19 del segundo tiempo, el jugador del Real Madrid quedó acorralado por el lateral argentino contra el córner y levantó la pelota con los dos pies y le tiró un sombrero de fábula, al mejor estilo Neymar, desbordó, mandó el centro bajo y, por suerte para la Selección, la jugada no pasó a mayores.

Dos lujos tremendos en un partido áspero con las dos selecciones sudamericanas que animarán el Mundial de Qatar.