El regreso de Gago al Cilindro: del amor al odio en poco tiempo
El técnico de Boca ganó dos títulos con Racing, pero quedó marcado por varios golpes futbolísticos que deterioraron la relación con el hincha.
El Cilindro de Avellaneda recibirá nuevamente a la “Academia” que disputará el clásico ante Boca en el cual Fernando Gago volverá a pisar el estadio de Racing, pero esta vez como técnico del “Xeneize”, el club de sus amores.
Su paso por el conjunto de Avellaneda dejó un legado de dos títulos y una idea de juego que sedujo en su momento, pero también una serie de derrotas dolorosas en instancias clave.
Si bien Gago fue campeón del Trofeo de Campeones 2022 y la Supercopa Internacional 2023 precisamente ante Boca, su ciclo en Racing quedó marcado por varios golpes que minaron su relación con los hinchas.
En un lapso de 27 días, el equipo quedó eliminado de la Copa de la Liga, la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. Sin embargo, la herida más profunda se produjo en la última fecha de la Liga Profesional 2022, cuando Racing tuvo un penal para consagrarse y Jonathan Galván falló su remate ante Franco Armani, permitiendo que Boca se quedara con el título.
A pesar de haber logrado un récord de 10 victorias consecutivas y terminar como el equipo con más puntos en la tabla anual, Gago nunca pudo revertir la desconfianza de los hinchas en los momentos decisivos.
En 2023, Racing volvió a sufrir eliminaciones dolorosas, esta vez en la Copa Libertadores ante Boca (por penales) y en la Copa Argentina frente a Huracán (5-3).
Su salida definitiva se dio en septiembre, tras perder el clásico contra Independiente en el Cilindro.
Aquel día, la hinchada explotó, hubo piedras contra el micro del plantel y el grito de “Andate, Gago” retumbó con fuerza en Avellaneda.
Ahora, con el buzo de Boca, Gago minimiza el contexto de su regreso: “Voy a afrontar el partido con total normalidad. Lo importante es Boca y conseguir el resultado”, afirmó tras la victoria ante Huracán.
Sin embargo, en Racing todavía resuenan sus números: 109 partidos dirigidos, 53 victorias, 30 empates, 26 derrotas y un 58% de eficacia. Su paso en la “Academia” fue una montaña rusa de emociones que pasó del amor al odio en menos de un año y que aunque haya sido parte de la historia del club, ahora solamente es el técnico del equipo rival.