Por Martín Perazzo *

Marcelo Gallardo rompió el silencio y dijo lo que la mayoría de los protagonistas susurran puertas adentro, y luego callan con el micrófono abierto. El entrenador de River, quizá el mejor conductor del fútbol argentino desde Carlos Bianchi a esta parte, salió como vocero de tantos jugadores, entrenadores y dirigentes que prefieren la sumisión publica antes que ser marcados por el poder de la AFA. No sea cosa que la factura venga con recargo deportivo.

Pero Gallardo, con espalda ganadora y punta de lanza del mal momento que sufre la industria de la pelota, marcó la cancha con declaraciones lógicas, simples, cargadas de un concepto que se ve reflejado por el resto del futbol de América y gran parte del mundo. Estar listos cuando se pueda volver.

-"Se que el fútbol no es imprescindible en este momento, pero de ahí a no hacer nada... deberíamos trabajar en conjunto. Yo se lo dije todo el tiempo a Rodolfo (D'Onofrio)" espetó el Muñeco, molesto por la inactividad profesional.

-"No tengo deseos de romper la cuarentena, tengo deseos de poder hacer mi trabajo con los protocolos necesarios".

El deseo de Gallardo, ya se cumplió en el resto de los entrenadores del continente. El muñeco sabe muy bien que los equipos argentinos correran en desventaja con relación a los de Uruguay, Paraguay, Chile, Ecuador y parte de Brasil, que ya están practicando.

En un país con cientos de rubros esenciales y no tanto, habilitados para trabajar, la pelota espera como rehén de las autoridades deportivas, sanitarias y nacionales. Ni siquiera en las provincias que ya permiten la actividad física y tiene restaurantes abiertos, las autoridades de la AFA dejaron que se entrenen profesionales, lo que va provocando la clandestinidad de entrenamientos en todo el país.

“Me gustaria saber cuales son las razones para que una industria con 500 empleados pueda trabajar con protocolos y que el fútbol no pueda hacerlo entrenando de a 4 jugadores por turno” dijo implacable, determinante.

Así Gallardo formó parte de la segunda semana que expuso a los dirigentes que silban bajito y se hacen los distraidos, delegando toda la responsabilidad de la vuelta en un Gobierno que está ante último en la tabla de testeos por millon de habitantes de America Latina. Sólo por arriba de Bolivia, único país con un diagnostico mas borroso y flaco que el nuestro, en números reales de la pandemia.

-"Hubo mucho silencio durante todo este tiempo y me generaba una gran indignación".

Al final Gallardo, inmerso en la incertidumbre, se animo a contar lo que la mayoría siente. Claro que tiene espalda para hacerlo, pero también le sobra temperamento para decir lo que el resto -por ahora- calla y otorga.

* Relator de Radio Rivadavia y TyC Sports