Lionel Messi entró decidido para afrontar uno de los momentos más complicados de su historia prolífera y exitosa con el Barcelona de España.  Lo estaban esperando un centenar de hinchas en la puerta y la sala de conferencia estaba llena, con los periodistas que lo acompañaron a lo largo de toda su carrera.

La ovación fue instantánea, iniciada por la mayoría de sus compañeros de plantel, que se pararon y empujaron al resto de los presentes, incluso la plana mayor de la dirgiencia. Messi se quebró al instante, no pudo contener las lágrimas y fueron casi dos minutos de ovación y aplausos de pie para el jugador que está al tope de todos los récords exitosos del club catalán.

"Es muy difícil para mí, teníamos todo acordado para seguir aquí, pero no se pudo dar. Quiero ser absolutamente sincero, el año pasado me quería ir, pero este me quería quedar", dijo Messi entre llantos, mientras seguían aplaudiéndolo de pie.

Messi intentó de todas las maneras evitarlo, pero no pudo, porque apenas se paró frente al micrófono rompió en llanto y tuvo que secarse las lágrimas con un pañuelo que le entregó su esposa Antonela Roccuzzo.