La Cámara del Crimen porteña dejó al ex futbolista de Boca Juniors Alberto Márcico al borde del juicio oral y público por el delito de “estafa”, acusado de vender a terceros departamentos de un emprendimiento inmobiliario que ya tenían dueños.

Uno de los presuntos damnificados, según confirmó el tribunal de segunda instancia, fue uno de sus ex compañeros en Boca, el arquero Martín Herrera. Los camaristas Ignacio Rodríguez Varela y Hernán López ratificaron el procesamiento, que comprende también a Lucas, el hijo de Márcico, ambos por  “defraudación por desbaratamiento de derechos acordados y por estelionato”, delitos que contemplan penas de hasta seis años de cárcel.

El tribunal también confirmó los embargos sobre ambos, por 1,8 millones de dólares y siete millones de pesos. La Cámara rechazó el argumento de los Márcico, quienes se defendieron diciendo que no había celebrado con los denunciantes un contrato de inversión inmobiliaria sino de inversión financiera.

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Los Márcico acordaron la venta de 16 departamentos y seis cocheras con Marta Zulema Rondinella y de cinco departamentos y un local comercial con el ex futbolista Martín Herrera, en tres edificios que estaban construyendo.  Pero esas propiedades fueron luego vendidas a otras personas.

“Si Alberto José Márcico interpreta que firmó esos boletos de compraventa en garantía del préstamo de dinero tampoco debió disponer libremente de los inmuebles afectados a esa garantía”, sostuvo el procesamiento de primera instancia, ahora ratificado.

La Cámara dio por probadas, en esta etapa de la causa, “las maniobras en la que se involucró la empresa a la que pertenecían los imputados al prometer en venta a diversas personas las mismas unidades funcionales, dificultando así la consolidación del derecho en cabeza a alguno de ellos”.