El 4 de noviembre de 2005, el astro Diego Armando Maradona se subió a un escenario montado en el estadio mundialista de Mar del Plata junto al entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para "echar" al mandatario estadounidense George Bush, quien intentaba entorpecer el fortalecimiento del Mercosur.

"Los argentinos tenemos dignidad. Echemos a Bush", gritó ese día el campeón del mundo en México 86, junto a Chávez y a Evo Morales, quien todavía no era presidente de Bolivia.

Acto seguido, el venezolano lanzó una de sus frases más famosas: "ALCA, ALCA, ALCA, al carajo. ¿Quién enterró el ALCA? Los pueblos de América".

La ovación fue ensordecedora y Maradona tuvo la primera fila, en una de las jornadas de militancia política más fuertes de su vida pública.

Era la Cumbre de los Pueblos, un evento que rechazó la IV Cumbre de las Américas, que se desarrolló el 4 y 5 de noviembre en Buenos Aires, con la presencia de Bush.

Hacia Mar del Plata habían partido una caravana de mil ómnibus, además del Tren del ALBA en el que viajaron Maradona, Emir Kusturika, Evo Morales, Adolfo Pérez Esquivel, y Madres de Plaza de Mayo, entre otros.

Meses antes, en marzo de 2005, el argentino había viajado a Venezuela, donde almorzó con Chávez.

"A mí me gustan las mujeres, pero salí enamorado de Chávez, porque yo conocí a (presidente de Cuba) Fidel Castro y a (presidente de Libia) Muamar Kadhafi, y hoy conozco a un gigante como Chávez", señaló Maradona a periodistas ese día.

Y agregó: "Hoy terminé de comprometerme con la revolución de Chávez".