Al cumplirse 36 años de la última consagración en Primera División de Ferro Carril Oeste, un histórico equipo comandado por el entrenador Carlos Timoteo Griguol, el enganche paraguayo Adolfino Cañete reconoció hoy que "nadie se olvida" de esa final del Nacional 84 en la que fue héroe, tras convertir goles tanto en el partido de ida contra River en el estadio "Monumental" como en el de vuelta, en Caballito.

En una entrevista con NA, el zurdo Cañete recordó esos partidos definitorios cuando Ferro le pegó "un baile impresionante" al "Millonario"; el consejo del "padre y maestro" Griguol antes de irse a México que lo "salvó completamente" la vida; y el día que Diego Armando Maradona le pidió cambiar la camiseta, porque su papá "Don Diego" era fanático de él.

"Es algo inolvidable. Hasta el día de hoy, cuando voy a la Argentina, se recuerda al Ferro que le ganó a River. 36 años después, nadie se olvida de esa final", manifestó.

Sobre el partido de ida, rememoró: "Los goleamos 3 a 0 en su propio estadio, yo hice el primer gol al minuto, de cabeza al primer palo. Fue un triunfo contundente, jugábamos de memoria. Les pegamos un baile impresionante en su cancha, nadie lo esperaba porque ellos venían bien y nunca perdían las finales", detalló telefónicamente desde Paraguay, donde vive con su familia.

River Plate vs Ferro Carril Oeste - Primera final Campeonato Nacional 1984

El "Verde" completó la goleada con tantos de Hugo Noremberg y Alberto Márcico, de penal, por lo que llegó al cruce en Caballito con la serie casi definida.

Ferro 1 - River 0 (Final Nacional 1984)

"En el partido de vuelta convertí también, casi desde afuera del área grande con un cabezazo después de un centro fuerte. Atropellé el balón y fue al ángulo izquierdo de Nery Pumpido, un verdadero golazo", resaltó el zurdo Cañete.

Y agregó: "Éramos un equipo difícil, nadie quería enfrentarnos. Con el 'Beto' Márcico, de tres cuartos de cancha para adelante, movíamos todo, nos juntábamos y creábamos las jugadas. Quedó para la historia esa temporada y más ese partido".

Además, se refirió al atípico final del cotejo, que impidió que los futbolistas puedan dar la merecida vuelta olímpica por decisión de los hinchas de River, quienes no soportaron semejante paliza dentro del campo de juego.

"Cuando faltaban varios minutos, los hinchas del rival empezaron a quemar una tribuna de madera. Fue impresionante, vinieron los bomberos y se suspendió el partido", dijo el héroe de aquella serie final.

Por otra parte, destacó la labor de Carlos Timoteo Griguol más allá del aspecto táctico o futbolístico, sino desde el acompañamiento y las lecciones de vida que les dejó.

"Nos marcó a todos, fue nuestro papá, nuestro maestro. Nos enseñaba cómo portarnos dentro y fuera de la cancha, cómo teníamos que invertir nuestra plata, qué teníamos que hacer", expresó Cañete.

Para ejemplificar, contó una anécdota previa a su transferencia al Cruz Azul de México, institución a la que llegó tras la última consagración en Ferro, justo antes del Mundial 86, donde jugó todos los partidos con la Selección de Paraguay.

"Cuando iba a viajar, él me habló muchísimo. En esa época cada uno tenía que arreglar su contrato y me repitió mucho que mi sueldo lo haga equivalente al dólar. A los pocos meses hubo una devaluación del peso en México, el Maestro (Griguol) me salvó completamente", explicó.

Por último, enumeró los diferentes logros de ese Ferro que pasó de pelear por la permanencia a ocupar los primeros puestos por cinco temporadas consecutivas.

"Yo llegue en 1980, teníamos que pelear el descenso y terminamos terceros. En el 81 llegamos a la final contra Boca, que nos ganó 1 a 0 en su cancha. Ese día intercambié la camiseta con Diego Maradona a pedido de su papá, que era fanático", narró.

Y concluyó: "Después, en el 82, ganamos el campeonato invictos y en el 83 perdimos la final contra River. Todos se acuerdan de ese Ferro, de las campañas que hizo durante cinco años seguidos. Es muy gratificante, significa muchísimo para mí".