Barcelona obtuvo un triunfazo ante Granada por la Copa del Rey. Luego de empatarlo agónicamente sobre el final de los 90 minutos (caía 2-0), el Blaugrana lo ganó 5-3 en el alargue y avanzó a semifinales.

El comienzo del juego lo tuvo al elenco Culé como absoluto dominador: controló el balón y generó las situaciones más claras. A los 3 minutos, Ronald Araujo estuvo cerca de poner el primero tras un centro de Francisco Trincao, pero se encontró con una buena respuesta de Aarón Escandell.

Inmediatamente, la Pulga elaboró una gran jugada personal desde el centro de la cancha, condujo en velocidad y definió cruzado para que el arquero del conjunto andaluz la salvara con su pie izquierdo. En el rebote, Trincao desperdició una chance clarísima de abrir el marcador. Más tarde, Messi, de tiro libre, se topó nuevamente con la figura de Escandell, que le impidió su gol.

 A los 32´, cuando todo parecía del Barcelona, una equivocación de Samuel Umtiti le permitió al Granada ponerse en ventaja. Se la robaron al central francés, dentro del área, y Kenedey marcó el 1-0. A partir de allí, los dirigidos por Diego Martínez Penas, se acomodaron y ya no sufrieron como en la partida.

El inicio de la segunda parte fue para el olvido para los de Ronald Koeman. Aventurados en ataque, quedaron desbalanceados en el fondo y, tras una pelotazo largo a espaldas de Umtiti, Roberto Soldado ganó en velocidad y definió con categoría ante Marc-André ter Stegen.

Con el corredor de los minutos, Barcelona estaba cerca del descuento pero no lograba concretarlo. Dos veces el travesaño y el palo en una oportunidad, impedían el gol de los de Messi, en lo que era una noche donde todo salía al revés.

En una ráfaga, la historia cambió completamente: la Pulga desenvainó una asistencia magistral para que Griezmann ponga el 1-2 a los 88´. Cuatro minutos, después Jordi Alba le daba vida al elenco Culé con el agónico 2-2; todo se reducía al alargue.

A los 100´ del tiempo extra, Barcelona golpeó gracias a un tremendo cabezazo de Griezmann, que daba vuelta el cotejo con su segundo tanto de la noche. La épica del Barcelona se derrumbó en cuestión de minutos: una falta ingenua de Sergiño Dest, que derivó en penal, le dio el 3-3 al Granada en los pies de Fede Vico.

Un Barcelona comandado por Messi, que a pesar de no convertir se puso el equipo al hombro, iba a ponerse en ventaja nuevamente: primero, De Jong, tras un rebote que dio Escandell posterior a un remate de la Pulga, la empujó para el 4-3. A los 113´, otra vez Alba, con un bombazo, determinó el 5-3 y el pasaje definitivo del conjunto de Koeman a semifinales.