Edoardo Bove, futbolista de Fiorentina, podría tener comprometido su futuro en el fútbol de Italia, luego de una secuela en su salud, la cual se produjo por su desmayó en el partido ante Inter.

El mediocampista se encuentra estable y al día siguiente del episodio fue extubado, ya que se cree que sufrió una repentina bajada del potasio en la sangre, que le habría provocado problemas cardíacos, sin embargo, la últimas noticias no fueron las mejores, ya que habría quedado una secuela.

Según la Gazzetta dello Sport, le encontraron una cicatriz en el ventrículo izquierdo del corazón.

Esta situación implicaría que al joven de 22 años tengan que colocarle un desfibrilador, un aparato que controla el pulso del corazón, sin embargo, esto implicaría un problema en su futuro, ya que en Italia no permiten que los futbolistas se desempeñen con el mismo.

Igualmente, deberá ser evaluado de manera más exhaustiva por los médicos, ya que en las últimas horas fue dado de alta de cuidados intensivos y permanece en una sala común.

El futbolista italiano en 2020 sufrió una miocarditis tras padecer coronavirus y desde entonces le hicieron estudios de manera periódica, pero todos arrojaron resultados favorables. En caso de que deba llevar un desfibrilador, tal como le ocurrió a Eriksen, debería buscar un lugar en otra liga, como hizo el danés que pasó a Brentford y luego a Manchester United.

En Italia las reglas prohíben a los jugadores competir con dispositivos de arranque cardíaco implantados. A su vez, una anomalía en el corazón prohíbe jugar a los futbolistas, tanto a nivel amateur como profesional.