El tenista argentino Diego Schwartzman reflexionó sobre el fenómeno que existe en Argentina luego de la llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1 y se refirió sobre el desafío de enfrentar a los fanáticos.

“El Peque” destacó las virtudes de la llegada de un argentino a un deporte tan conocido como lo es el automovilismo, además reconoció que es “una bola positiva que no termina nunca”.

“El hecho de que a un deportista le vaya bien genera que haya chicos en el autódromo queriendo correr, y eso genera que haya gente que no tenía laburo hace 20 años empiece a ver qué hace. Es una bola muy positiva que no termina nunca, y estamos hablando de un deporte”, declaró el tenista en dialogo con Urbana Play.

Schwartzman aclaró que, si bien el fanatismo está bueno, no se debe llegar a la crítica y simplemente disfrutarlo:Todo lo que viene de atrás del fanatismo es buenísimo, y después tenes a lo que compiten que no tiene ningún sentido. Todo lo que rodea a lo que está generando Franco está buenísimo, pero el gran desafío es que el fanatismo no pase a la crítica y seguir disfrutándolo”.

El pilarense fue parte del Gran Premio de Brasil, donde marchaba decimosexto en la vuelta 32 -ya había parado dos veces en boxes- cuando tuvo que abandonar la carrera debido a un choque ocurrido cuando el safety car se encontraba en la pista.

De esa manera, fue el peor fin de semana para el argentino en la Fórmula 1, ya que en los cinco Grandes premios anteriores nunca había caído de la duodécima posición (12° en Italia, 8° en Azerbaiyán, 11° en Singapur, 10° en Estados Unidos y 12° en México).

Colapinto volverá a correr para Williams el domingo 24 de noviembre en el Gran Premio de Las Vegas.