La Sal del Deporte - Por El Implacable

Nada será igual en Tokio.

Lo primero que tienen por delante los organizadores es convencer a la población local de que los Juegos de verano (23 de julio al
8 de agosto) se pueden organizar "en absoluta seguridad", dice la información internacional.

Es que muchas voces se oponen a su celebración por la situación sanitaria del país.

Hace una semana, más de 400 atletas (nueve de los cuales llegaban del extranjero) participaron en una prueba de atletismo ante las gradas vacías del Estadio Olímpico de Tokio.

Y el velocista estadounidense Justin Gatlin reflexionó al respecto. "Es raro correr en un estadio sin aficionados", indicó.

Ese ambiente puede ser un anticipo de lo que se encuentren los atletas en agosto, toda vez que se tuvo que retrasar un año la celebración de los Juegos por la pandemia de coronavirus y que se prohibió entrar en Japón a espectadores extranjeros.

En junio, los organizadores decidirán si autorizan el acceso de público local y bajo qué condiciones.

Unas cien personas se manifestaron el domingo en los alrededores del estadio contra la celebración de los Juegos en verano. Realmente pocos en un país tan poblado.

No obstante eso, el testimonio de un manifestante es razonable: "La cifra de contagios en Tokio y Osaka es muy alta, y hay muchos casos graves. Me gustaría que el dinero (para los Juegos) se destinase a los hospitales".

Según un sondeo publicado el lunes de la semana pasada por el diario Yomiuri, el 59% de los encuestados desea la anulación de los juegos, un 23% está a favor de que se celebren sin público y un 16% a que se haga con limitación de aforo. Este sondeo no preguntó sobre un nuevo aplazamiento.

Otra encuesta realizada por la cadena de televisión TBS reveló que un 37% está a favor de su anulación, mientras el 28% de los encuestados deseaba que se aplazaran los Juegos. 

Mientras tanto, el Primer ministro japonés, Yoshihide Suga defendió el lunes en el Parlamento que no había nunca "puesto por delante los Juegos Olímpicos" y que su prioridad era "la vida y la salud del pueblo japonés".

A pesar de que una petición por internet pidiendo la cancelación de los Juegos recabó más de 315.000 firmas desde el miércoles pasado, los organizadores aseguran que este evento mundial se puede llevar acabo sin peligro, respetando las estrictas reglas para evitar contagios.

"Me sentí más que seguro. Me han hecho test todos los días, tanto de saliva como nasales por la mañana. La burbuja es muy eficaz. La única vez que he estado en el exterior fue cuando subimos al bus para ir al estadio", agregó Gatlin, según reportaba el sitio France24.com

Estas reglas ya habían sido aplicadas durante la Copa del Mundo de salto de trampolín, en la que se dieron cita 200 saltadores de 50 países.

"Hemos escupido en muchos tubos", declaró el saltador británico Tom Daley. "Sabíamos cómo era aquí". 

Pero para el director deportivo alemán Lutz Buschkow, las restricciones pueden ser un poco claustrofóbicas.

"Lo más frustrante es que no podemos respirar al aire libre. Es una carga tanto para los deportistas como para los entrenadores", resaltó.

Los organizadores avisaron de dos casos de coronavirus durante las pruebas test: un entrenador de salto que dio positivo a su llegada al Japón y un miembro de un equipo directivo de remo, positivo durante la competición. 

Sin embargo, esos dos casos no llevaron consigo la anulación de las pruebas.

Por otro lado, una visita a Japón este mes del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, fue aplazada, anunció este lunes el comité de organización de los Juegos Olímpicos de Tokio, frente al recrudecimiento de la pandemia en el país asiático.

El viaje de Bach estaba previsto para el 17 y el 18 de mayo, precisaron los organizadores, que decidieron "aplazarlo debido a diversas situaciones, sobre todo la prolongación del estado de urgencia ligado al virus" por el gobierno japonés.

Los Juegos deben comenzar dentro de 74 días (23 de julio-8 de agosto).

El estado de urgencia, que es menos estricto en Japón que los confinamientos impuestos en otros países del mundo, fue prolongado hasta el 31 de mayo en los departamentos del país más afectados por la pandemia, entre ellos Tokio.

Según los medios de comunicación japoneses, los organizadores de los Juegos Olímpicos prevén reprogramar la visita de Bach en junio.

Seiko Hashimoto, la presidenta de Tokio-2020, ya había prevenido el viernes que sería "muy difícil" organizar una visita en mayo del presidente del COI, teniendo en cuenta la prolongación del estado de urgencia.

La crisis sanitaria en Japón fue mucho menos virulenta hasta ahora.

Pero el programa nacional de vacunación progresa muy lentamente.

Algunos departamentos registraron estas últimas semanas niveles récord de infecciones al covid-19, con la propagación de variantes agravando la situación.