Después de la derrota 2 a 0 de Independiente a manos de Boca, un grupo de hinchas se manifestó en el playón debajo de la tribuna Arsenio Erico en el estadio Libertadores de América en contra de los dirigentes, con algunas destrozos en las instalaciones, y fueron reprimidos por la Policía con balas de goma y gases lacrimógenos.

El grueso de hinchas del equipo dirigido por Ricardo Zielinski abandonó el estadio después de la derrota frente al Xeneize, pero otro grupo se quedó a reclamarle más compromiso a los jugadores y criticaron duramente a los dirigentes de la institución por el duro momento. El "Rojo" terminó con 28 puntos en el campeonato, a solo seis de Huracán, el que está en descenso directo.

Cuando los ánimos se caldearon cada vez más, con insultos hacia el presidente Néstor Grindetti, y se fue sumando más gente a la zona de prensa del club, la Policía comenzó a lanzar balas de goma para dispersar a la gente y gases lacrimógenos. Del otro lado de ls rejas hubo varios hinchas que se sumaron al reclamo a insultaron a los agentes de seguridad.

A raíz de los incidentes, y por los gases lacrimógenos arrojados por los policías, el entrenador Ricardo Zielinski decidió suspender la conferencia de prensa post-partido y aseguró que no iba a hacer declaraciones a la prensa fuera de la misma. Los problemas se llevaron a cabo cerca de la zona donde se iba a realizar la ronda de preguntas por lo que había peligro para todos.

Ya dentro del estadio, cuando Boca convirtió los dos goles, desde las tribunas cantaron en contra de los dirigentes y de los futbolistas para que se vayan todos, en clara alusión a que ya no aguantan más el presente tan malo de la institución.

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