El delantero de Colón de Santa Fe Brian Fernández fue internado por su familia en un centro de rehabilitación debido a su adicción a las drogas, después que el entrenador del conjunto "sabalero" lo separara del plantel.

La familia de Fernández decidió internador al atacante, de 26 años, en un centro de rehabilitación de la localidad de Quilmes, tras hacer una presentación en la Justicia.

Por ese motivo es que las autoridades judiciales decidieron hacer lugar al pedido e internarlo en el Centro de Tratamiento del Alcoholismo y Adicciones Programa Sur, en Quilmes.

"Se trata de un tratamiento terapéutico, interdisciplario y multireferencial que le permite al individuo descubrir sus propios recursos para reformular su vida. Es breve y personalizado y tiene como objetivo a corto plazo la abstinencia completa de todo tipo de drogas y a largo plazo la revisión completa del vínculo sujeto/consumo que permita un cambio permanente y propio", informó el diario El Litoral de Santa Fe.

En tanto, Colón decidió respaldar la decisión de la familia y por ese motivo no le van a rescindir el contrato a Fernández, quien casi con seguridad se irá del club una vez que termine su relación contractual con el equipo santafecino.

Fernández debía entrenarse con el plantel de reserva, en otro horario que los jugadores de Primera, tras una discusión con un integrante del cuerpo técnico, pero se ausentó del club.

Esta es la segunda vez en el año que Fernández se somete a un tratamiento para superar sus adicciones, aunque en la anterior ocasión fue al principio de la pandemia, cuando el propio jugador se sometió a la decisión de los médicos.

Sin embargo, ahora Fernández tuvo una recaída en su problema de adicciones y fue la familia la que decidió judicializar el caso del goleador "sabalero", quien antes pasó por Defensa y Justicia, Racing y la MLS de Estados Unidos.

Cuando jugaba en Racing, en el 2015, Fernández dio positivo de cocaína y recibió una sanción de dos años, mientras que en el 2017 pasó por Sarmiento de Junín y Metz de Francia, luego por Unión la Calera de Chile y Necaxa de Méicoo, donde sus goles le permitieron pasar al Portland Timbers de la MLS por 12 millones de dólares.

"La droga te arruina, te deja sin vida. Atravesé momentos duros, pero ahora quiero jugar al fútbol y ser feliz. Estoy mucho con amigos y familia, la contención es fundamental. Intento salir acompañado, antes salía solo y no volvía más", reconoció el jugador en una entrevista en 2019.