El conflicto legal entre Boca y Sebastián Villa sumó un nuevo capítulo, ya que el club recibió una nueva carta documento del futbolista que escala el litigio porque ahora se considera en libertad de acción y decidió no volver a entrenarse pese a que todavía tiene contrato con la institución.

Los abogados del delantero intimaron al club con el argumento de que no le otorgan los derechos para ejercer su trabajo al no permitirle competir oficialmente, por lo que ya puede declararse futbolista libre.

Esto se debe a que si bien Villa se entrenó junto al plantel, desde que recibió la condena en primera instancia a dos años y un mes de prisión condicional por amenazas coactivas y lesiones leves agravadas por mediar violencia de género contra su expareja Daniela Cortés no volvió a ser convocado por decisión del club.

De todos modos, desde Boca siguen manteniendo la postura inicial de que la decisión de no ser convocado es exclusivamente del técnico, Jorge Almirón, y que le brindaron todas las herramientas para que continuara entrenándose. Incluso, cuando el colombiano comenzó el litio estando en su país, del que regresó hace dos semanas, desde la institución respondieron exigiendo que se presentara en Ezeiza a cumplir con sus obligaciones laborales.

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Por eso, aunque se entrenó durante la última semana aparte del grupo junto a Jan Hurtado, desde Boca sostienen que fue solamente debido a los trabajos diagramados por los preparadores físicos. Finalmente, desde este jueves dejó de ponerse bajo las órdenes de Almirón y habrá que ver qué postura toma el club, que hasta podría demandarlo ante la FIFA por incumplir sus obligaciones.

Este no es el primer hecho polémico de Villa, ya que se marchó a Colombia a principios de junio con autorización de la justicia, y buscó quedar en libertad de acción por medio de una carta documento que envió alegando que si no era reincorporado en los próximos días se consideraría libre.

Pero desde Boca siempre esgrimieron que en ningún momento le impidieron al jugador que siguiera entrenándose y que, en tanto, la decisión de retirar sus pertenencias del predio e irse a su país natal, donde siguió trabajando bajo las órdenes de un preparador físico, fue suya.

Todo indica que el futuro del delantero de 27 años está lejos de la Ribera, pero hasta ahora no hubo ofertas formales para que Boca lo venda. Aún tiene contrato vigente y aunque fue sondeado desde el fútbol de Arabia Saudita, todavía no hicieron una propuesta para que pueda irse, pese al interés del Consejo de Fútbol en dejar de contar con él para liberar otro cupo de extranjeros.